Meningitis bacteriana: Estos son los síntomas de la infección que afecta principalmente a bebés y niños
La meningitis es una infección que ataca las membranas (meninges) que cubren el cerebro y la médula espinal. Sin embargo, cuando su origen es bacteriano, puede llegar a ser grave e incluso mortal.
Tal como su nombre lo indica, la meningitis bacteriana es causada por varios tipos de bacterias, que producen la inflamación del líquido cerebroespinal, desencadenando una serie de efectos en el organismo.
Los niños y lactantes tienen mayor riesgo de presentar la enfermedad, aunque esta infección puede producirse en personas de cualquier edad.
En Estados Unidos, algunos de los principales patógenos causantes de meningitis son:
- Streptococcus pneumoniae
- Streptococcus del grupo B
- Neisseria meningitidis
- Haemophilus influenzae
- Listeria monocytogenes
- Escherichia coli
Según señala el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de dicho país, estas bacterias pueden asociarse a otra enfermedad grave. Se trata de la septicemia, la respuesta extrema frente a la infección que produce una reacción en cadena por todo el cuerpo.
La mayoría de las personas se recuperan de este tipo de meningitis, pero si no se combate con el tratamiento oportuno, puede causar rápidamente daños en los tejidos e insuficiencia orgánica. Quienes logran recuperarse pueden tener discapacidades permanentes, como daño cerebral, pérdida auditiva o problemas de aprendizaje.
¿Cómo se transmite?
La meningitis bacteriana se transmite por contacto directo con personas infectadas, que pueden ser enfermos o portadores sanos asintomáticos, a través de gotitas y secreciones de las vías nasales y faringe. Por ejemplo, el contagio puede suceder al toser, estornudar o besar.
Cabe destacar que su contagio no es tan fácil como en un resfrío. En este caso, el periodo de incubación es de dos a diez días, tras lo cual es poco probable que se desarrolle la enfermedad.
¿Cuáles son los síntomas de la meningitis bacteriana?
- Fiebre
- Dolor de cabeza
- Rigidez de cuello
- Náuseas
- Vómitos
- Fotofobia (mayor sensibilidad de los ojos a la luz)
- Estado mental alterado (confusión)
En cuanto a los recién nacidos y los bebés en general, es posible que no tengan los síntomas tradicionales ya mencionados, o que sea muy difícil notarlos. En su lugar podrían presentar:
- Estar lentos o inactivos
- Estar irritables
- Vomitar
- No comer bien
- Tener la fontanela abultada (la región blanda en la cabeza del bebé)
- Tener reflejos anormales
Quienes crean que pueden padecer meningitis bacteriana deben consultar de inmediato con un especialista por la velocidad de su evolución y la posibilidad de secuelas. Si se llega a confirmar el diagnóstico, se deberá comenzar el tratamiento con antibióticos lo más pronto posible.
Este artículo está diseñado para informar y no pretende dar consejos o soluciones médicas.
Consulte siempre a su doctor o especialista si tiene dudas sobre su salud o antes de iniciar un tratamiento.
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