Hiperglucemia: Así es cómo se siente tener muy alta el azúcar en la sangre
La diabetes es una enfermedad que impide que el organismo logre nivelar por sí solo la concentración de glucosa o azúcar que hay en la sangre. Esto produce un desbalance, la que puede disminuir o aumentar en cantidades exageradas.
La glucosa es trasladada por el torrente sanguíneo hacia los diferentes órganos para proveerlos de energía, pero cuando el páncreas es incapaz de liberar la suficiente insulina que se requiere para procesarla, el azúcar se acumula en la sangre y cuando superan los 180 mg/Dl, producen una hiperglucemia.
En las personas con diabetes, se recomienda mantener estable este indicador a través de fármacos, inyecciones de insulina o una buena alimentación y ejercicio, dependiendo de cada caso.
Pero bajo ciertas circunstancias, como por ejemplo ante una enfermedad, cambios en la dieta, estrés o simplemente por no respetar el tratamiento indicado, se puede desregular el sistema y presentar una hiperglucemia.
Estas pueden ocurrir esporádicamente, pero si un paciente sufre de constantes episodios de aumento de azúcar, es importante consultar con el equipo médico tratante para poder evitar las crisis y mantener los niveles lo más controlados posible.
¿Cuáles son los signos?
Ante el exceso de azúcar en el torrente sanguíneo, el cuerpo reacciona de inmediato.
Según el sitio MedlinePlus, algunos de los signos que te ayudarán a reconocer si tienes una hiperglucemia son:
- Boca seca o sentir mucha sed.
- Visión borrosa.
- Altas necesidades de orinar, durante el día o la noche.
- Piel seca.
- Sensación de debilidad o cansancio.
Cuando estos indicadores se mantienen en el tiempo, la gravedad de las señales también pueden cambiar. Según los sitios especializados, las personas con mucha glucosa en la sangre tienen un sistema inmune más débil y son más propensos a tener infecciones.
Siempre que se mantenga una concentración de glucosa menor a los 240 mg/dl, las hiperglucemias no son una emergencia médica, pero cada paciente debería contar con un plan de acción de tratamiento recomendado por su médico.
En algunos casos se puede indicar realizar ejercicio, en otros deberás cambiar la concentración de los medicamentos, pero siempre deberías monitorear bien tus niveles para conocer cómo reacciona tu organismo.
Este artículo está diseñado para informar y no pretende dar consejos o soluciones médicas.
Consulte siempre a su doctor o especialista si tiene dudas sobre su salud o antes de iniciar un tratamiento.