Así es cómo puedes usar la sal para evitar que "transpiren" las ventanas de tu casa
Es habitual que durante el invierno nos encerremos en nuestros hogares, como una medida para contrarrestar el frío. Por las bajas temperaturas, nadie quiere abrir las ventanas para dejar entrar el frío, por muy recomendado que sea.
Pero mantener los espacios cerrados, altamente calefaccionados y sin una buena ventilación, promueve que aumente la humedad en el interior, lo que queda patente cuando las ventanas "transpiran".
Tener agua en el aire no es completamente malo, ya que permite mantener hidratadas tus vías respiratorias, lo que te ayudará a evitar la inflamación de las membranas mucosas de la nariz o la picazón de garganta.
Pero cuando la humedad abunda, no solo se vuelve incómodo, pues además podría desencadenar reacciones alérgicas, aumentar la proliferación de hongos y dañar las estructuras de tu hogar, como paredes, puertas y ventanas.
Cuando identificas este tipo de problema, existe una serie de trucos que puedes utilizar para evitar que aumente la humedad en el aire.
¿Cómo puedo usar la sal?
La sal es un ingrediente que tenemos en casa que naturalmente absorbe la humedad. De hecho, es por esta característica que muchas personas prefieren mantener sus saleros con un poco de arroz para evitar que la sal se humedezca.
Específicamente, la sal gruesa podría ser de gran ayuda para poder disminuir los niveles de agua en el aire dentro de las diferentes piezas del hogar.
"Sirve para disminuir la humedad del ambiente, pero por un proceso de disolución de sal, en la cual el H2O existente en el ambiente interactúa y es atraído por iones de la sal, lo que genera una estructura de hidratación mucho más estable que ambos componentes [sal y agua] por separado" explicó a LUN Margarita Aliaga, doctora en química y académica de la Universidad Católica.
Mantener sal gruesa, que por su tamaño tiene una mejor absorción, en una habitación húmeda, ayudaría a disminuir la concentración de agua en el aire. Pero, según explicó al medio nacional el epidemiólogo ambiental Nicolás Valdés, estas se deben recambiar seguido "porque llega un momento en que se saturan".
Es por eso que el especialista recomienda que la mejor solución es la ventilación esporádica de los espacios cerrados.
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