Día del buen dormir: Los 7 hábitos que te ayudarán a descansar mejor
Dormir, y hacerlo bien, es mucho más importante de lo que pensamos. Mientras más joven se es, es mucho más fácil realizar tu vida diaria con pocas horas de sueño, el problema es que, a la larga, estos hábitos pueden significar que aumenten las probabilidades de padecer graves enfermedades.
Es que durante las horas de descanso el cuerpo tiene el tiempo necesario para reponerse del daño oxidativo que ocurre simplemente por funcionar. Las probabilidades de contraer enfermedades cardiacas, tener obesidad o incluso desarrollar diabetes, aumentan considerablemente cuando duermes poco (sin contar lo mal que lo pasas al día siguiente).
"La mayoría de los adultos sanos necesitan dormir entre siete y nueve horas por noche para restaurar y recargar el cuerpo. Un buen sueño es sinónimo de menos enfermedades, mejor control del apetito e incremento de memoria y habilidades cognitivas", explica el neurólogo del Hospital del Trabajador de la ACHS, Jorge Lasso.
7 consejos para el buen dormir
La higiene del sueño cuenta con las claves para el mejor descansar. Básicamente, busca mantener patrones regulares, que le permitan entender a tu cuerpo las horas en las que debería entrar en modo descanso.
Algunos de los consejos que entregan desde la ACHS para tener un buen dormir son:
- Cumplir con las horas de sueño recomendadas. Los adultos necesitan de 7 a 9 horas de sueño ininterrumpido para un descanso adecuado, mientras que los niños y adolescentes se benefician con más.
- Regular el ritmo circadiano, manteniendo un horario regular para acostarte y despertarte, respetándolo incluso los días de fin de semana y festivos.
- Asegurarse de que el dormitorio promueva un sueño reparador: oscuro y tranquilo, sin dispositivos electrónicos. Una cama y almohadas limpias y en buen estado también son fundamentales.
- Desconectarse de dispositivos electrónicos como celulares, computadores portátiles y televisores al menos una hora antes de dormir.
- Evitar las comidas abundantes y la ingesta de líquidos 2 o 3 horas antes de acostarse para evitar la interrupción del sueño.
- Evitar beber alcohol por la noche. El consumo de alcohol puede ayudar a conciliar el sueño más rápido, pero a la larga puede arruinar los patrones de sueño.
- Si se experimentan malas condiciones de sueño, aplicar enfoques no farmacológicos, como ejercicios de respiración, atención plena y meditación.
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