¿Cómo afectan las bebidas energizantes a nuestro organismo?: Esto es lo que debes saber
El consumo de bebidas energizantes es cada vez más normal en una sociedad que tiende a buscar impulsos adicionales en una rutina que parece interminable. Sin embargo, hay que considerar la forma en la que afectan al organismo.
Alrededor de un 30-50% de adolescentes y adultos jóvenes consumen este tipo de líquidos y, ante la gran demanda, se incorporan al mercado una gran cantidad de marcas, afirma la Sociedad Española de Cardiología.
Lo que no siempre se exhibe es el hecho de que en su composición tienen altas dosis de cafeína, azúcar y taurina, un aminoácido con contenido de azufre y múltiples funciones fisiológicas. También albergan vitaminas y extractos de hierbas como guaraná y ginseng.
Así funcionan las bebidas energizantes
La cafeína aparece como protagonista entre los ingredientes de las bebidas energizantes, por lo que hay que considerar las cantidades. El cálculo sugiere que una lata de 470 mililitros tiene cerca de 70-140 miligramos de cafeína, mientras que una cantidad similar de café, aporta 85-100 miligramos.
Una dosis inferior a los 400 miligramos no suele causar alteraciones electrocardiográficas, pero con 200 miligramos se puede experimentar insomnio, dolor de cabeza, taquicardia, nerviosismo, arritmia y náuseas. Además, es posible que haya una cantidad adicional en aditivos naturales, que no están sujetos a declarar.
Bajo esas condiciones, es posible que con un envase de 230 ml se produzca el efecto de cuatro cafés o tés negros. Esta cantidad supera lo que cualquier persona promedio consume en un día, destaca El Diario de España.
¿Dañan el organismo?
Un estudio difundido por la revista de la Asociación Estadounidense del Corazón indica que después de beber 28 gramos de bebidas energéticas, las personas sufren modificaciones en la actividad eléctrica cardiológica.
La organización MayoClinic afirma que faltan mayores estudios para llegar a una determinación, pero advierte que el exceso de cafeína aumenta la frecuencia cardíaca, genera hipertensión, interrumpe los ciclos del sueño y promueve la ansiedad. El azúcar añadido también aporta calorías.
Ante los riesgos, el Colegio Estadounidense de Medicina Deportiva (ACSM) recomienda que las bebidas energéticas no sean consumidas por niños, adolescentes, mujeres embarazadas, lactantes y personas con afecciones cardiovasculares previas. Además, sugiere evitar su uso para hidratación deportiva y por ningún concepto deben ser mezcladas con alcohol.
Este artículo está diseñado para informar y no pretende dar consejos o soluciones médicas.
Consulte siempre a su doctor o especialista si tiene dudas sobre su salud o antes de iniciar un tratamiento.
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