Estos son 8 alimentos que deberían desaparecer según expertos gastronómicos
Las preferencias por comida son absolutamente personales. Lo que para unos puede ser un manjar, para otros puede ser algo incomible.
Es que los alimentos no solo acarrean un componente de sabor, muchas veces nos entregan emociones, recuerdos, los que pueden ser buenos o malos, e influenciar qué tanto nos gusta una comida.
Revisa si tus gustos coinciden con la opinión de 8 destacados empresarios gastronómicos de España, quienes comentaron en El Comidista de El País, cuáles son las comidas que deberían desaparecer de la faz de la Tierra.
Papas fritas congeladas
Las papas fritas son insuperables, pero para el periodista David Remartínez solo aplica cuando están hechas de papas frescas, porque las papas congeladas de bolsa deberían ser eliminadas. "Pon otra guarnición, haz el favor, deja esa cosa para las hamburgueserías”, comentó.
Paella
Un plato que pareciera ser el santo grial de los españoles, pareciera no ser apreciado por todos. La periodista gastronómica Inma Garrido dijo que "la paella está sobrevalorada, para continuar, estoy harta de que cada vez que sale este plato aparezca el comité de expertos de todo y nada a decir la suya. Muerte a la paella, arriba el arroz con cosas”.
Es que esta periodista no es fan de las vieiras ni ostiones, mariscos que se utilizan en las paellas.
Guiso de güatitas
Este debe ser uno de los odios más compartidos por las personas de países que comen esta preparación. Es que desde el sabor, la textura y el olor durante la cocción, las güatitas no son para cualquiera.
La periodista Laura Carosi es una de ellas, que dice odiarlas desde niña y espera que en su vida se apacigüe el repelerlas.
Acelgas
A pesar de ser una verdura altamente nutricional y con muchos beneficios para la salud, las acelgas no son para todos.
“Son insípidas, acuosas, pastosas, con un toque de amargor que te recuerda la amargura vital que te ha llevado a rumiarlas”, explicó Maribel Carod a El País.
Cheesecake de frambuesa
El postre favorito de algunos es una "abominación" para otros. Para Anxo Couceiro, periodista gastronómico, el problema no es la tarta en sí, sino que cuando deciden bañarlas con mermelada de frambuesa.
“Ruego a los hosteleros del mundo que hagan saber, en la carta, con letra clara, que sus tartas de queso abominablemente embadurnadas de mermelada de fresa son eso, tartas de queso abominablemente embadurnadas de mermelada de fresa, y no tartas de queso a secas”, declaró el periodista.
Queso fresco
El caso de Mikel López es diferente, su odio por el queso fresco no comenzó en la infancia, sino que después de comer solo este queso durante 7 días seguidos tras su cirugía de muelas.
“Antes prefiero que me saquen la otra muela sin anestesia”, dijo el español.
Queso rallado de supermercado
El quesero francés y dueño de una tienda en Barcelona, Luc Talbordet dijo: “Eso ni es queso ni es nada, parecen bastoncillos de paja o de madera, como mondadientes rotos. Además, cuando los pones al grill ni funden ni gratinan, solo se queman”.
Kebabs
Este plato originario de Medio Oriente, consiste en un pan relleno de verduras y carne, que es marinada y cocinada en la parrilla. Es típico de Irán, Turquía, Paquistán y la India.
Para el tecnólogo de alimentos, Mario Sánchez, esta comida callejera sería su "enemigo número uno", después de que en 2016 se enfermó comiendo uno de estos.
"El kebab es un producto hipercalórico y megagrasiento y, aunque obviamente no pase siempre, a mí me sentó fatal. Estuve una noche malísimo, con ganas de morirme, de verdad", explicó el experto.
Leer más de
