Síndrome de Estocolmo: la condición que podría explicar lo que sucede con Melissa de "Demente"
Si en un comienzo Melissa Rodríguez fue presentada como la gran villana de "Demente", desde que se dio a conocer la identidad del captor de Mateo, todo cambió.
La historia de Melissa comenzó en 2014, cuando solo tenía 16 años y desapareció misteriosamente. El caso fue el punto de quiebre para el subcomisario Gonzalo Leiva, quién la buscó por cielo, mar y tierra, sin buenos resultados.
Años más tarde, conocemos a una Melissa mayor que vive en el sótano de una casa y es la única cuidadora de Mateo. Con el paso del tiempo se da a entender que su salud mental está comprometida. Es la principal cómplice del secuestrador, se siente la madre del niño e incluso le cambió el nombre a 'Nachito'.
En la realidad, existe un diagnóstico con características psicológicas de Melissa: el síndrome de Estocolmo.
Este no es un diagnóstico, sino que una respuesta psicológica recurrente en personas que han sido rehenes o víctimas de abuso, con el que generan lazos con su captor. En algunas veces, el vínculo incluso los lleva a tener pensamientos negativos contra las autoridades, o las personas que los buscan "salvar".
Muchos lo consideran un mecanismo de supervivencia, una respuesta que le permite entender y manejar el trauma de la situación por la que están pasando.
¿Quiénes lo sufren?
Si bien generalmente está ligado a casos de secuestro, el síndrome de Estocolmo también se puede desarrollar en relaciones de abuso más cotidianas.
Algunas de estas son:
- Relaciones amorosas abusivas. No importa si es abuso físico, sexual o emocional, las víctimas de estos comportamientos que lo han sufrido durante mucho tiempo pueden desarrollar vínculos emocionales con los victimarios.
- Abuso infantil. En muchos de estos casos se ve que los niños son constantemente amenazados y un mecanismo de respuesta para evitarlos es ser lo más obedientes posible y luego reaccionan ante las mínimas acciones de amabilidad de quienes los abusan.
- Entrenadores de deportistas. El síndrome de Estocolmo aparece como una respuesta a los malos tratos extremos de entrenadores, justificándolos, como si estos fueran por su propio bien.
- Tráfico sexual