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Cuida tu hígado: Conoce cómo reconocer los síntomas que indican que sufres de alguna enfermedad

  • Por Meganoticias

El hígado es uno de los órganos más importantes de todo el organismo, de hecho no podríamos seleccionar solo una función de todo lo que realiza. Está encargado de reservar energía, desintoxicar la sangre y ayuda a digerir los alimentos.

Es uno de los órganos que más trabaja, por lo que mantenerlo sano es una responsabilidad. Si bien, el hígado graso, la hepatitis y el cáncer son las enfermedades más comunes, no son las únicas que lo pueden afectar. 

Por lo general, cuando algo falla en el hígado la piel se pone amarilla, orina oscura, picazón en la piel, heces  pálidas, hinchazón en los tobillos y el abdomen y la piel o los ojos se pueden volver de color amarillo, síntoma que es más conocido como ictericia. 

Si bien, cada enfermedad tiene sus propias características, los síntomas no son exclusivos de cada una de ellas, y podrían estar señalando otros problemas. Por lo que, ante cualquier duda, lo mejor es que consultes directamente con los especialistas. 

Hepatitis

La hepatitis -sin importar si es del tipo A, B C, D o E- es una enfermedad causada por parásitos y bacterias que causan la inflamación y la reducción en las funciones del hígado. 

Se trata de una enfermedad contagiosa, pero que se puede presentar sin ningún síntoma, por lo que una persona la puede padecer sin necesariamente saber de ella. 

Por lo general esta enfermedad viral causa:

  • Fatiga o decaimiento
  • Dolor abdominal 
  • Dolor en la musculatura y articulaciones
  • Náuseas
  • Vómitos
  • Disminución en el apetito
  • Ictericia
  • Orina oscura y heces pálidas

Hígado graso

El hígado naturalmente tiene grasa, pero cuando esta se acumula en exceso, se puede desarrollar esta enfermedad que a la larga se podría transformar en una cirrosis.

El hígado graso tiene dos tipos, uno asociado al consumo excesivo de alcohol, y la otra de la que no se conocen bien las causas, pero que se sabe que la dieta tendría algo que ver. 

Esta es de aquellas enfermedades que no debería presentar mayores síntomas en las primeras etapas, pero que mientras más tiempo pasa, puede provocar:

  • Fiebre
  • Náuseas
  • Vómitos
  • Ictericia

Cáncer

El crecimiento anormal de células de cáncer puede ocurrir en cualquier órgano del cuerpo, por lo que el hígado no está libre. 

Cuando una masa aparece en el hígado, tiende a tener un lento crecimiento y no siempre tendrá síntomas por lo que se recomienda buscar ayuda médica ante la primera sospecha. 

Según la Asociación Americana del Cáncer, algunos de los signos a los que se debe estar atentos son:

  • Pérdida del apetito
  • Sensación de saciedad con poca comida 
  • Crecimiento del hígado (sensación de repleto debajo de las costillas derechas)
  • Dolor abdominal
  • Náuseas o vómitos
  • Ictericia

Enfermedades autoinmunes

Este tipo de enfermedades aparecen cuando el sistema inmune de una persona comienza a atacar tejido y órganos sanos, causando daños e inflamación. 

En el caso del hígado se puede tener hepatitis autoinmune, colangitis esclerosante primaria o colangitis biliar primaria, las que usualmente aparecen con

  • Dolor en el lado derecho del abdomen
  • Distensión o abultamiento del abdomen
  • Ictericia
  • Hinchazón de piernas o abdomen

Cirrosis

La cirrosis es una enfermedad que ocurre por el remplazo de tejido sano por tejido lleno de cicatrices en el hígado. La padecen personas alcohólicas y pueden causan disfunción en otros órganos vitales como el sistema cardiovascular y riñones.

Los daños en el hígado no se manifiestan de una sola vez, sino que llegan con el empeoramiento de la enfermedad. Algunos de los síntomas que se pueden repetir en las personas que sufren de este padecimiento son:

  • Pérdida de apetito
  • Náuseas y vómitos
  • Picazón en la piel
  • Piel y ojos amarillos (ictericia)
  • Hinchazón de abdomen y piernas
  • Pérdida de tejido muscular
  • Aparición de vasos sanguíneos con forma de araña

Este artículo está diseñado para informar y no pretende dar consejos o soluciones médicas.

Consulte siempre a su doctor o especialista si tiene dudas sobre su salud o antes de iniciar un tratamiento.

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