¿Cada cuánto se deben lavar las sábanas? Así se pueden librar de bacterias, gérmenes e insectos
Las horas de sueño son muy importantes para reponer las energías desgastadas durante las jornadas diarias y, para ello, es necesario contar con un ambiente acogedor, lleno de paz y limpieza, pero no siempre es así. Sin ser evidente, la ropa de cama podría ser un gran foco de suciedad y bacterias.
La combinación entre saliva, cabellos, sudor, caspa e incluso partículas de alimentos, crean el ambiente perfecto para el desarrollo de una gran cantidad de gérmenes, detalla The Conversation al citar una investigación científica que analizó ropa de cama de un hospital.
Más allá de las bacterias, entre las sábanas pueden alojarse hongos, virus y hasta pequeños insectos. Ante ello, es necesario ser consciente de lo sucio que puede estar el cubrecama y adoptar los mejores métodos de higienización.
La ropa de cama puede estar llena de bacterias
A pesar de que muchos suelen darse un baño antes de ir a dormir, la suciedad del cuerpo y el ambiente puede generar múltiples bacterias capaces de permanecer en la ropa de cama.
Esto puede provocar daños a la salud tras la acumulación de piel muerta, ácaros y suciedad, capaces de desencadenar reacciones alérgicas o dificultades respiratorias, según Vanitatis.
La situación se hace más evidente en los meses calurosos, donde el cuerpo suda más y permanece con menos prendas encima, ejerciendo un contacto directo con la cama. Tanto las sábanas como las fundas de las almohadas deben ser higienizadas con frecuencia.
¿Cada cuánto es necesario lavar las sábanas?
Philip M. Tierno, profesor clínico de microbiología y patología en la Universidad de Nueva York, dijo a Women’s Health que lo ideal es lavar la ropa de cama una vez por semana, como mínimo, para evitar la proliferación de bacterias.
Por su parte, la Academia Estadounidense de Dermatología sugiere que las fundas de almohada sean sustituidas dos o tres veces por semana.
Cabe destacar que en situaciones especiales ambos elementos deben ser sustituidos con más frecuencia. En estos casos están las personas que babean, usan productos cosméticos o generan suciedad adicional, que en muchos casos se puede apreciar fácilmente.
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