Casos de cáncer de cabeza y cuello han aumentado en jóvenes: Revisa cómo identificarlos
En los últimos años, el Virus del Papiloma Humano (VPH) se ha posicionado como el tercer factor de riesgo para el desarrollo de los cánceres de cabeza y cuello, advierte el doctor Marcelo Veloso, actual past president de la Sociedad de Cirugía de Cabeza y Cuello y Plástica Maxilo-Facial.
Se ha detectado que el virus está predominantemente relacionado con los tipos de cáncer que crecen en la cavidad oral y la orofaringe, este último es el más frecuente detectado en los países desarrollados.
Su aumento provocó que en 2010, en Estados Unidos, el cáncer en la orofaringe se convirtiera en el tumor maligno producido por el VPH más persistente. En particular, los más afectados han sido los jóvenes, ya que antes era una rareza verlos enfermos, mientras que en la actualidad siguen apareciendo casos.
"Antes era excepcional ver un paciente de cáncer de cabeza y cuello menor de 50 años y ahora se ven de 30, 40, incluso de 20 años y algo con casos asociados al virus del papiloma", explicó el doctor Veloso.
En nuestro país, los cánceres de cabeza y cuello son el sexto más frecuente, ya que engloban todos los tumores malignos que se originan entre la base del cráneo y las clavículas. Esto incluye labios, encía, lengua, paladar, amígdalas, mandíbula, fosas nasales, senos paranasales y laringe, entre otros.
¿Cómo evito el VPH?
Esta infección viral se transmite por el contacto con piel expuesta de una persona infectada. Su principal fuente de transmisión es por vía sexual. Por lo que se indica como principal factor de riesgo el número de parejas sexuales, el tipo de relación sexual y el no uso de preservativos.
¿Cómo identificar estos cánceres?
Gracias a que las zonas del cuerpo que se ven afectadas son muy específicas, los síntomas son muy reconocibles. Usualmente aparecen úlceras o heridas en la cavidad oral que crecen o no cicatrizan. Estas pueden tener un color blanco rojizo y en algunos casos incluso sangran.
“Se debe prestar atención a una lesión que tiende a persistir más de una semana o 10 días sin sanar, sobre todo si existen antecedentes de riesgo como el fumar”, indicó Claudia Zapata, cirujana oncóloga y directora ejecutiva de la Fundación Oncología.
Cuando se trata de la faringe o el esófago el dolor para tragar o respirar es una manifestación. Además, se ven afectadas las cuerdas vocales, por lo que puede haber cambios en la voz o disfonía. Incluso pueden aparecer nódulos visibles.
