Protégelos del frío: Cómo cuidar las patas de los perros en invierno
Las almohadillas de las patas de los perros cumplen la misma función que la planta de nuestros pies. Soportan el peso del cuerpo, y en su caso se expone a la constante abrasión del suelo, piedras, cemento y pasto.
A pesar de que son duras y resistentes, son una zona muy sensible que tiene muchas terminaciones nerviosas, las que son responsables de provocar dolor. Además, se exponen a quemaduras y heridas constantemente.
Es por eso que su cuidado y protección es fundamental. Especialmente en meses helados como invierno, en los que además se exponen a las bajas temperaturas.
Limpieza y protección
Cuando vuelvas de dar paseos puedes limpiar bien las patas de tu perro. Para esto, solo necesitas agua tibia y una toalla para dejar bien seca la zona. También puedes aprovechar de recortar los pelos que crecen entre las almohadillas y las uñas, para evitar que se les deformen las patas.
En caso de que las veas muy agrietadas, heridas o endurecidas, debes acudir a un veterinario para consultar si se trata de problemas por la exposición o si es una condición como hiperqueratosis o pododermatitis.
Cuidados de invierno
Con el frío y la humedad en el cemento se pueden provocar pequeñas fisuras en las almohadillas. Si es que tu perro tiene una grieta o herida, lo sabrás si es que se lame mucho o muerde constantemente la zona.
Para ayudarlo, puedes colocarles cremas para que lo ayudes a cicatrizar más rápido sus almohadillas.
Si es que vez que constantemente se le hieren las patas en el invierno, puedes considerar comprarle botas especiales y sacarlo a pasear solo con estas. Así evitarás que el contacto con el frío u otras sustancias peligrosas.
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