Ciclo de sueño: Estudio sugiere que la pandemia habría mejorado los hábitos al dormir
El coronavirus y su confinamiento han cambiado el ritmo de vida de las personas, pero algunos estudios sugieren que no todo ha sido negativo. La pandemia podría haber generado mejoras en los hábitos al dormir, pues ahora se duerme más tiempo.
Respetar los horarios del descanso es muy importante para preservar la buena salud física y mental. De hecho, de no ser así se corre el riesgo de desarrollar enfermedades como hipertensión, diabetes, daños cardiovasculares y debilidad en la función cognitiva.
Tanto la cantidad como la calidad del sueño son importantes. Otro de los que presenta cambios significativos por esta causa es el metabolismo, pues las personas con ciclos de descanso irregulares podrían aumentar el hambre y apetito, hacia alimentos con alto contenido de carbohidratos.
La pandemia cambió los hábitos al dormir
Un estudio realizado por la Universidad de Colorado, en la ciudad de Boulder, y publicado por la revista científica Current Biology, sugiere que los hábitos de sueño podrían haber mejorado a raíz de las nuevas condiciones impuestas por la pandemia de coronavirus.
Además de arrojar que los estudiantes bajo la modalidad de clases remotas dormían en promedio 30 minutos más, el informe concluye que el trabajo es “un determinante poderoso” para el comportamiento del sueño, según Céline Vetter, una de las autoras de la investigación.
Los estudios difundidos por la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, con base en ciudadanos de Austria, Alemania y Suiza, también concluyeron que hubo un aumento de la duración del sueño. Sin embargo, la calidad del mismo se redujo ligeramente.
Los horarios y las actividades son determinantes
Los estudios que sugieren que la pandemia ha tenido efectos positivos en los hábitos al dormir, en especial en los horarios y actividades. En el momento de la evaluación, la mayoría que permanecía en casa no tenía que correr al metro o al autobús para llegar a sus sitios de trabajo, según la revista estadounidense Wired.
Según Vetter, los horarios cambian el ritmo de todo y normalmente hacen que las personas duerman menos de lo que lo harían si siguieran su ritmo circadiano, que regula el estar dormido y despierto, y que puede ser del tipo temprano o tardío.
Los del tipo temprano comprenden a aquellas personas que se obsesionan con levantarse a primera hora, con el sol, y se acuestan temprano. Mientras, los del tipo tardío son aquellos que permanecen despiertos hasta la noche y se levantan más tarde de lo habitual.
Wired informa que se sugiere programar la jornada laboral para tener mayor rendimiento y buscar las mejores condiciones externas para las horas del descanso, incluyendo que, en flexibilización de horarios, las empresas empleen cápsulas o habitaciones para las siestas de sus trabajadores.
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