Los perros también necesitan calma: Cómo puedes ayudar a tu mascota a disminuir la ansiedad
Estrés y ansiedad se han vuelto palabras claves durante la pandemia. Las personas las sufrimos, pero las mascotas también se sienten ansiosos. De hecho, varios estudios han demostrado que los canes la demuestran con agresividad o miedo.
Si bien hay elementos externos que harán que tu perro sienta ansiedad, como los fuegos artificiales o las personas extrañas en tu casa, hay cosas que sobre las que tienes control y estás aportando.
La actividad física excesiva puede generar que aumente el estrés y la excitación del perro. Lo mejor es sumar a los juegos y paseos, actividades que favorezcan la calma como una sesión de cariños y cepillado o solo un viaje al supermercado.
¿Cómo puedo trabajar la calma de mi perro?
Lo mejor que puedes hacer es ayudarlo desde pequeño. Si desde cachorro trabajas estos hábitos, habrá menos posibilidades de que en el futuro sienta mucha ansiedad o excitación. A la larga, es como ayudar a un niño a entender sus emociones.
Ejercicio sí, pero no exageres
Si el perro corre, salta y juega todo el día (en dónde sea) es muy difícil que se acostumbren a bajar el ritmo. Es importante promover espacios de relajación con juegos entretenidos, no muy largos ni muy intensos.
No abuses de los juguetes
Todos los juegos que promuevan el comportamiento de caza, como los frisbee, o las pelotas, hacen que le sea más difícil relajarse. No se trata de cancelarlos, pero sí limitarlos.
Puedes hacerle cariño
Si acostumbras a tu perro a sesiones de cariño calmadas y largas, podrán fortalecer su vínculo, y tu mascota conocerá un momento de paz y tranquilidad.
Trabajar instrucciones de inicio y fin
La idea es implementar palabras o comandos que le sirvan al perro contextualizar que ocurrirán ciertas actividades, así el perro no estará esperando que ocurra un evento o que se acabe. Por ejemplo, decirle que saldrán a jugar y tener un indicador que muestre que la hora de caminata ya terminó.
Juegos de olfato
Estos son ejercicios ideales que fomentan sus sentidos, pero también la calma. Esto ocurre porque requieren de la concentración del perro y no su simple reacción a estímulos. Otra ventaja es que los puedes practicar en interior como en exterior.
Romper sus expectativas
Suena triste, pero es necesario que el perro se acostumbre a que salir, no siempre es sinónimo de jugar, también pueden ser momentos en que ocurre “nada”. Si no lo acostumbras, te costará mucho que te acompañe a otros lados sin que sufra ansiedad.
No reforzar conductas de excitación
Es como darle una bebida energética a un niño que comió mucha azúcar, solo reforzarás los mismos comportamientos. La idea es que no se frustre ni se descontrole, aunque no pueda recibir lo que tanto quiere.
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