¿Se debe cambiar la forma de medir los conocimientos alcanzados por los escolares en Chile?
Recientemente se dieron a conocer los resultados del Diagnóstico Integral de Aprendizajes (DIA), aplicado entre marzo y abril de este año, con el objetivo de medir los conocimientos alcanzados por los estudiantes de enseñanza básica y media en lectura y matemáticas durante el 2020.
Según esta evaluación, aplicada en 7 mil colegios por la Agencia de Calidad de la Educación, los estudiantes entre sexto básico y cuarto medio no alcanzaron los aprendizajes mínimos necesarios en ambas materias, señalando que el periodo en que no asistieron al colegio “los afectó negativamente”.
Visiones contrapuestas
Estos resultados fueron catalogados como “alarmantes” y “preocupantemente bajos” por el Ministerio de Educación, calificativos que no comparte Nolfa Ibáñez, candidata al Premio Nacional de Educación 2021.
A juicio de la académica, “nadie podría asegurar que los resultados hubiesen sido distintos sin pandemia. Todos sabemos que nuestro sistema educativo no ha sabido responder a sus promesas. Sin desconocer los avances que sí existen, lo que nos dice la letra de ‘El baile de los que sobran’ de Los Prisioneros aún mantiene su vigencia”.
“Creo que lo que se debería replantear son los aspectos que se priorizan en la medición, lo que la política pública considera ‘conocimientos mínimos necesarios’. Los resultados académicos son una parte, importante por cierto, pero solo una parte. La excesiva importancia que se ha dado a los resultados de aprendizaje y a las pruebas estandarizadas, nos tiene estancados en el avance hacia una educación de calidad”, agrega Ibáñez.
Descontextualización del curriculo
Una de las preguntas del test aplicado a estudiantes de séptimo básico los desafió a medir la superficie de un paralelepípedo; solo el 13% contestó correctamente. Esta cifra fue recalcada en la presentación de los resultados del DIA, para graficar la “preocupante” realidad de la educación en Chile. Nolfa va más allá de ese análisis, sosteniendo que lo realmente importante es que “un niño o niña aprenda a ser autónomo en la resolución de problemas”.
“Con acceso a Internet, en dos minutos cualquier estudiante puede saber eso o casi cualquier otro cálculo matemático. ¿Para qué es importante conocer el área de un paralelepípedo?, solo para resolver problemas que se presentan en la vida escolar. Creo que la descontextualización del currículo en relación con el mundo de vida de las personas es la mayor falla de nuestro sistema educacional”, enfatiza.
Sobre lo mismo, la educadora diferencial afirma que “el énfasis en los resultados de aprendizaje desequilibra el sistema evaluativo. El aprendizaje de contenidos es una parte, pero debe acompañarse de la valoración del aprendizaje en otros ámbitos. El discurso educativo nos dice que debemos formar ciudadanos responsables, autónomos, solidarios, capaces de resolver problemas, respetuosos de los otros, de la diversidad y del medio ambiente; pero, a la hora de evaluar, se vuelve a enfatizar en los resultados de aprendizaje de contenidos programáticos y la formación de la persona queda al debe”.
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