Kombucha en época de frío: ¿Qué cambia según la estación?
La kombucha desde el 2019 se convirtió en la bebida que hay que consumir para la salud. Este té fermentado es una fuente natural de probióticos, antioxidantes, podría ayudar a controlar la diabetes y tendría más beneficios que el té verde.
Por eso, muchos fermentistas la agregaron a su dieta y comenzaron a producirla en casa. Pero los fermentos son engañosos y cambian dependiendo de la temporada.
¿Por qué el frío es el enemigo?
El calor y las temperaturas templadas son los mejores amigos de estos alimentos. Las bacterias prosperan en esas condiciones. En cambio, cuando hace frío, los microorganismos, el SCOBY, entran en un estado de latencia y dejan de estar tan activos.
El mayor problema es que por el cambio de pH, el líquido se podría contaminar y aparecen hongos. Pero, si esto no ocurre, lo peor que podría pasar es que se demore unas semanas más en fermentar.
¿Cómo mantengo mi kombucha en esta época?
Para no perder tu bebida, debes buscar los espacios de calor en tu cocina. Una opción es dejar que siga fermentando al lado de los quemadores o colocar el frasco en un lugar alto, ya que el calor “sube” y se mantiene en las partes más altas de una habitación.
Los expertos dicen que pueden envolver el frasco en capas de tela o toallas, para que no se enfríe tan rápido.
También, si comienzas a fermentar en una época con menos calor ambiente, puedes duplicar la cantidad de bacterias iniciales, para evitar cambios drásticos en el pH que puedan dañar la producción.
Este artículo está diseñado para informar y no pretende dar consejos o soluciones médicas.
Consulte siempre a su doctor o especialista si tiene dudas sobre su salud o antes de iniciar un tratamiento.
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