Caquis en otoño: Las mejores propiedades de esta fruta estacional
Con la caída de las hojas en otoño, la producción de alimentos se vuelve más lenta, pero no se acaba. En esta época podemos ver granadas y caquis, frutos de fuertes colores que destacan en los árboles.
El caso del caqui es un poco más desconocido para la mayoría de los chilenos, y no es la típica fruta que se ve en la feria. Este árbol de origen asiático tuvo una pequeña introducción en el país y a veces se le puede ver en el patio de casas y edificios.
La fruta anaranjada se caracteriza por ser muy dulce, lo que la hace alta en azúcares, pero aun así tiene pocas calorías y contiene un alto porcentaje de vitaminas. De hecho, el caqui entrega el 55% de Vitamina A que es recomendado para el consumo diario.
¿Cómo se come?
Como muchas otras, es una fruta de gran versatilidad, se puede comer fresca, seca o deshidratada, se puede hacer mermelada, jugo e incluso se utiliza para cocinar postres y diferentes tipos de comida.
La recomendación nutricional, para poder sacarle el provecho a esta fruta, es consumirla con cáscara. Es en esta donde se almacena los altos porcentajes de carotenoides, taninos y fibra dietética, conocidos por sus grandes beneficios en el sistema.
Carotenoides
El rico color anaranjado medio rojizo es provocado por este componente, el mismo que se encuentra en las zanahorias. Los carotenoides son antioxidantes fundamentales para mantener una visión saludable. De hecho si a ellos sumamos el alto contenido de Vitamina A, el caqui se convierte en el infalible para el cuidado de la visión.
Taninos
Son otro tipo de antioxidante que podrían ayudar a regular la presión y reducir las enfermedades cardíacas. También, el caqui es rico en flavonoides que tendrían un papel conjunto para ayudar a cuidar los niveles de colesterol en el sistema.
Fibra dietética
Solo para que se hagan una idea, los caquis tienen aproximadamente el doble de fibra que una manzana. Y no es cualquier fibra, el caqui es alto en fibra soluble. Este compuesto permite regular y disminuir los niveles de colesterol LDL porque permite que tu cuerpo los excrete.
Además, este tipo de fibra convierte a la fruta en un carbohidrato complejo, de lenta digestión y absorción de azúcar, lo que ayuda a prevenir las alzas en los niveles de glucosa de la sangre.
Por último la fibra es esencial para la buena digestión y permite el desarrollo de bacterias y flora beneficiosa para la salud del sistema digestivo completo.
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