¿Alta en proteína o grasa? Conoce los pros y los contras de la mantequilla de maní
Uno de las colacionas más típicas en la televisión estadounidense es el sándwich de mantequilla de maní con mermelada, o jalea, como le dicen en los doblajes.
La mantequilla de maní es un ingrediente que antes no era consumido en Chile, pero hoy se puede encontrar casi en todos los supermercados. Pero ¿qué tan saludable y recomendable es consumir este ingrediente?
Las características de la mantequilla de maní
Muchas personas la integran a su dieta porque el maní tiene un alto contenido en proteínas. Aproximadamente, dos cucharadas soperas aportan cerca de 7 gramos de proteína, lo que lo convierte en un ingrediente saciante y recomendado para personas que no consumen carne en sus comidas.
El maní también entrega un alto porcentaje de grasas naturales, la mayoría son monoinsaturadas y poliinsaturadas, consideradas buenas para la salud del corazón. Pero, como todo en la vida, hay que tener mesura, y no consumir de más.
La mantequilla de maní también es rica en minerales como calcio, hierro y magnesio que permiten proteger huesos y músculos, además permiten prevenir la anemia, la depresión y el estrés.
El gran problema del maní y, en este caso la mantequilla de maní, es su alto contenido calórico, solo dos cucharadas soperas pueden tener 200 calorías o más, por lo que para las personas sedentarias no se recomienda consumir más de 50 gramos al día.
¿Cómo elegir la mejor mantequilla de maní?
Para consumir la mejor mantequilla de maní, la más rica en nutrientes y saludable, es necesario hacerla en casa. Para esto solo se necesita maní y una buena licuadora o procesadora de alimentos. No es necesario agregarle aceite, sal o azúcar, ya que solo aumentaría su contenido calórico.
Pero en el caso de que prefieras comprar una preparada, puedes buscar emprendimientos, o fijarte en los ingredientes de las opciones disponibles en el supermercado y priorizar las opciones sin aceites agregados.
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Este artículo está diseñado para informar y no pretende dar consejos o soluciones médicas.
Consulte siempre a su doctor o especialista si tiene dudas sobre su salud o antes de iniciar un tratamiento.
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