La cistitis: una condición que afecta más a las mujeres y pone en riesgo los riñones

Cuando la vejiga se inflama hay un problema de cistitis. Este común padecimiento que afecta hasta al 50% de las mujeres, es generalmente provocado por una infección bacteriana y los riñones pueden llegar a sufrir por ello.

Aunque la bacteria Escherichia Coli es la responsable del 85% de las infecciones no complicadas en mujeres sexualmente activas, la cistitis también puede tener su origen en virus y hongos, según indica la Clínica Universidad de Navarra.

A la cistitis también se le reconoce como infección urinaria y puede llegar a ser muy dolorosa y molesta, además de presentar varios síntomas, según expone un reporte de Mayo Clinic.

La cistitis y el riesgo para los riñones

El sistema urinario comprende los uréteres, la vejiga, la uretra y los riñones y se encarga de eliminar los desperdicios del cuerpo.

Pero estos órganos se ven amenazados por un problema de cistitis, cuando la infección llega a diseminarse hacia ellos, comprometiendo su buen funcionamiento, incluso, de manera irreversible.

La infección urinaria no solo afecta a las mujeres, pero es una patología más frecuente en éstas, debido a que su uretra es más corta que la de los hombres y está más cerca del ano, indica un informe del Hospital Victoria Eugenia, de la Cruz Roja Española.

Atención a estas señales

La cistitis también puede aparecer por complicaciones de otra enfermedad, así como por reacción de algunos medicamentos, el empleo de espermicidas o el uso prolongado de un catéter, entre otras causas.

En todo caso, los especialistas recomiendan estar muy atentos a algunos síntomas que puedan indicar la presencia de la infección urinaria, especialmente para tratarla a tiempo con antibióticos, y evitar que el problema afecte los riñones.

Los principales síntomas de la cistitis son:

• Orinar frecuentemente en pequeñas cantidades
• Sangre en la orina (hematuria)
• Necesidad imperiosa y constante de orinar
• Sensación de ardor en la micción
• Orina turbia y con olor fuerte
• Sensación de presión en la parte inferior del abdomen
• Molestias pélvicas
• Fiebre baja