Dieta desde los 40: El cambio que debes hacer para mantenerte saludable

Desde los 40 años llegan drásticos cambios externos e internos en la mujer. El organismo ya no es el mismo, las hormonas van en descenso y el cuerpo comienza a experimentar nuevas necesidades, como una dieta que nos ayude a tener mejor calidad de vida.

Es por ello que es vital tener en cuenta una alimentación adecuada que minimice las dolencias más recurrentes a partir de esta edad: Problemas en los huesos, dolor en articulaciones, flacidez y mayor riesgo de sufrir enfermedades crónicas.

Pese a que el proceso de cambios realmente comienza en la década de los 30, es después de los 40 años que estos se hacen más visibles. Aumenta la grasa visceral, la piel se torna diferente y baja la masa muscular así como la densidad ósea.

La dieta saludable para después de los 40 años

Nutricionistas y endocrinólogos resaltan que con la edad se produce una ralentización del metabolismo. Explican que conforme pasan los años, debe ajustarse la dieta en la que debe reducir el consumo total de calorías.

Como después de los 40 es más fácil aumentar kilos y más difícil bajarlos, por la desaceleración metabólica, hay ciertas recomendaciones que deben seguirse para estar en forma.

Primero, se deben incluir más alimentos que contengan antioxidantes. Los expertos indican que en la dieta deben ser más los alimentos que ayuden en la lucha contra los radicales libres, causantes del envejecimiento.

En la lista de la ingesta podemos incluir hortalizas de hojas verdes, aceite de oliva, frutas frescas de color amarillo y verde, y especias como la cúrcuma, que es un poderoso antiinflamatorio.

También se deben consumir regularmente cereales integrales, pescados azules, té verde, alimentos fermentados como el yogurt y grasas saludables como la que contiene el aguacate.

Las porciones son la clave

Y si hablamos de las porciones siempre resulta importante ingerir pocas cantidades. El autor de "Comer por colores", Frances Largerman-Roth, asegura que la mujer debe consumir entre 1500 y 2000 calorías diarias.

La experta nutricionista de la Clínica Opción Médica, Marta Vallejo, recuerda evitar las bebidas gaseosas y azucaradas, moderar el consumo de café a dos veces al día y tomar abundante agua para mantener una correcta hidratación.

El sedentarismo y la falta de ejercicio también perjudica el metabolismo, de manera que recomiendan hacer sencillas prácticas como subir escaleras, levantarse cada hora si se está trabajando y hacer caminatas de mínimo 30 minutos.