¡Cuidado! Los perros pueden sufrir mucho si juegan con estos objetos
Como si fueran niños, las mascotas viven en una constante exploración del mundo que los rodea y no saben distinguir los peligros.
Todo puede convertirse en un juguete y los accidentes aparecen en cualquier descuido, incluso, con objetos que parecen inofensivos y hasta con alimentos.
A continuación, te presentamos los distintos ‘juguetes’ que pueden dañar la salud de tu mascota y qué hacer en caso de una emergencia.
Controle los accesos al peligro
Todo dueño de mascotas debe reconocer los espacios que pueden ser especialmente peligrosos para ellas.
Por ejemplo, los cuartos eléctricos, donde hay terminales de cable o tomas de corriente deben estar a puerta cerrada, al igual que los espacios para trastes donde suelen haber materiales como madera o plástico que eventualmente puedan ser mordidos.
La experta Joan Merriam, columnista de The Union, en California, Estados Unidos, dice que es importante tomar en cuenta el tamaño del perro y sus gustos por masticar.
“Si se tiene un masticador feroz, probablemente quiera concentrarse en juguetes de cuerda resistentes a masticar y juguetes de goma dura”, explica.
En el mercado existen juguetes para perros y gatos que parecen unas pequeñas almohaditas en forma de frutas, gusanos, huesos o ratones, pero si el perro es muy fuerte lo más seguro es que lo rompa y se trague el relleno.
No compre juguetes pequeños si el perro de la casa es grande. Una pelota de tenis podría ser tragada fácilmente.
Estos materiales podrían atascarse en la garganta y provocar una emergencia.
Si el juguete viene con botones, ojos, cuerdas o pequeñas piezas de plástico, lo mejor es que se las quite. Lo más seguro es que terminen en el estómago del cachorro cuando desarrolle su capacidad para morder.
También existen piezas masticables de cuero crudo, pero se están desaconsejando porque además de provocar diarrea y vómitos, existe un riesgo de intoxicación por salmonella por tratarse de un producto expuesto a distintos residuos químicos.
Por estas fechas se tienen golosinas humanas en la cocina o se colocan como fuente para los niños junto al árbol. Si en la casa hay perros, es mejor evitar que asalten la mesa y se las coman con todo y envoltorio.
Otro dolor de cabeza son los adornos navideños. Si tiene bambalinas de vidrio, colóquelas bien arriba para que su cachorro no las alcance, lo mismo con las bolas de nieve y las extensiones eléctricas.
Nunca deje las luces del árbol encendidas sin supervisión. También es importante que el perro se familiarice con estos objetos de temporada porque estarán guardados casi todo el año y es lógico que resulten novedosos cada vez que se sacan.
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