Consumimos el doble de la sal que requiere nuestro organismo, según la OMS
La ingesta excesiva de la sal y el azúcar puede afectar el metabolismo y desencadenar varias enfermedades. Por ello, es importante conocer cómo funcionan los alimentos en nuestro cuerpo y cuáles son los límites de tolerancia a estas sustancias. Ello resulta clave para una buena salud en general.
La sal, uno de los saborizantes más antiguos, se ha utilizado en la cocina desde hace miles de años. Sin embargo, es en la era moderna cuando se integró en casi todos los alimentos de consumo comercial. Esta realidad ha llevado el sodio a consumidores de cualquier edad.
El sodio abunda en la naturaleza y lo tenemos presente en los líquidos corporales fuera de las células. En su justa medida, este electrolito mineral mantiene la presión arterial y se necesita para que los nervios, los músculos y otros tejidos trabajen apropiadamente.
¿Cuál es la dosis de sal que debemos consumir?
Sin embargo, el consumo de sal es mucho mayor al necesario. De allí el aumento de casos de hipertensión, sobrepeso y diversas enfermedades asociadas.
Evitar los fiambres, ciertos tipos de queso, los snacks condimentados y ciertas conservas como las anchoas o las aceitunas muy saladas pueden hacer la diferencia.
"La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no más de 5 mg por persona de sal al día. Muchos alimentos superan esa cantidad y la OMS estima que la ingestión alimentaria mundial real de sal es casi el doble, lo cual es preocupante", precisa Pamela Naidoo, directora de una fundación vinculada a enfermedades del corazón en Sudáfrica.
"Existe una fuerte correlación entre el aumento de la ingesta de sodio (sal) en la dieta y la presión arterial elevada", agregó Naidoo.
La sal debe evitarse en casos de artritis inflamatoria, pues estimula la retención de líquidos. Además, la sal puede disparar una mayor propensión a padecer de esta enfermedad.
Establecer una reducción de sal en las comidas e incorporar el ejercicio físico es fundamental para alejar todas las complicaciones de su acumulación en el organismo.
*Este artículo está diseñado para informar y no pretende dar consejos o soluciones médicas. Pregúntele siempre a su doctor o especialista si tiene dudas sobre su salud o antes de iniciar un tratamiento.
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