¿Por qué esos "rollitos" demás no terminan de eliminarse ni con dieta ni ejercicios?
Cuando hemos hecho el propósito de bajar de peso y rebajamos la ingestión de comida, logramos cambios de algunos hábitos y hacemos ejercicios esperamos los resultados lo antes posible.
Sin embargo, hay casos en los que parecen estar atascados los rollitos demás, y ese abdomen distendido no hace más que seguir allí.
Resulta que hay tres motivos que empujan a esta etapa de meseta o a esta "gordura persistente", según explica Pete Rogers, de la Universidad de Bristol.
Este resorte se produce por una relación dinámica entre la pérdida de peso y el apetito. Los humanos por un cúmulo de hábitos y conductas aprendidas, siempre estamos listos para comer, eso aumenta todos los riesgos de consumir calorías que van a detener cualquier progreso.
También, cuando ya se han perdido varios kilos y se nota en el espejo, opera en el cerebro una sensación de confianza que permite picar o romper la dieta, y esto más adelante resulta en un retroceso.
"La hormona leptina le dice a nuestro cerebro cuánta grasa se almacena en nuestro cuerpo. Cuando tenemos más grasa almacenada, la leptina aumenta y reduce el apetito. Pero cuando perdemos grasa corporal, la leptina "frena" y nuestro apetito se libera en parte, lo que nos hace sentir un poco más de hambre", dijo.
También, la distensión abdominal en mujeres que pasaron embarazos puede tomar tiempo en recuperarse e, incuso, puede quedarse.
Esto ocurre porque los músculos abdominales que funcionan como un corset para retener los órganos se separan como dos compuertas -se le llama diástasis- para permitir el crecimiento del feto.
Si no se hace ejercicio o se aplican ciertos cuidados el abdómen perderá la fuerza de esos músculos de contención.
El recto abdominal es un músculo par, largo y aplanado, que va desde las costillas hasta el hueso del pubis.
"Cuando no hay un reajuste puede deberse a varias causas, la propia naturaleza del tejido, pero también por malos hábitos o posturas antes y durante la gestación", refiere el fisioterapeuta Rafael Vicetto, desde Madrid (España).
La diástasis se puede presentar en algunos niños, pero se corrige con el crecimiento y también en personas que han hecho ejercicios fuetes sin orientación profesional.
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