Investigadores revelan el efecto que provoca el alto consumo azúcar al corazón y otros órganos
Aunque nos han dicho durante años que el consumo de grasa es causante de la obesidad hay un enemigo con otra apariencia que es más peligroso.
El azúcar presente en golosinas, postres y bebidas se transforma en grasa y se acumula alrededor de los órganos, causando obesidad, sobrepeso y serias enfermedades.
Estudio
Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Minnesota y el Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt, dio resultados sorprendentes luego de 20 años de seguimiento.
Durante ese tiempo, a 3.070 participantes sanos de entre 18 y 30 años se les midió la ingesta de alimentos y bebidas para evaluar su consumo de bebidas azucaradas (como refrescos, bebidas de frutas, bebidas energéticas) y azúcar agregada a los alimentos (por ejemplo, al cocinar o en alimentos procesados).
"Cuando consumimos demasiada azúcar, el exceso se convierte en grasa y se almacena", explica el autor del estudio So Yun Yi.
Para el jefe del estudio, esa es la mayor fuente de tejido adiposo. "Y sabemos que los depósitos de grasa están relacionados con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca y diabetes" alertó.
Volumen de grasa
Los participantes también se sometieron a tomografías computarizadas para medir los volúmenes de grasa en su abdomen y alrededor del corazón, y quienes consumieron más azúcar desarrollaron más obesidad que quienes lo hicieron en menor cantidad.
Hay especialistas que están reorientando el foco de la gordura hacia el azúcar y no tanto a la grasa como tal.
"Desde el momento en que nacimos, el alimento que nos proporcionó la madre naturaleza está compuesto de proteínas, carbohidratos saludables y, sí, grasas", dice Tania Gustafson, nutricionista y entrenadora física.
Considera que es más efectivo reducir el consumo de azúcar y de pan, así como también bajar la cantidad de carbohidratos. "Cuando eliminamos los nutrientes esenciales para la normal función de nuestro cuerpo y cerebro como las grasas saludables, sufrimos por ello.
Elena Solomatina, también nutricionista, coincide en que es posible perder peso si se equilibra el consumo de alimentos sin satanizar a las grasas.
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