Higiene corporal: ¿Cuántas veces hay que bañarnos al día según la ciencia?
Si bien es cierto que la higiene personal es un aspecto que no se debe descuidar bajo ningún tipo de circunstancia, ¿alguna vez se ha preguntado cuántas veces y/o con qué frecuencias debemos bañarnos?
La doctora Elaine Larson, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Columbia, fue una de las primeras investigadoras que abrió el debate con respecto a este tema.
Parámetros a la hora de ducharse
La doctora sostiene que "la gente cree que se ducha por higiene o para estar más limpia, pero bacteriológicamente no es el caso".
Los dermatólogos, por ejemplo, sostienen que aunque una ducha pueda revitalizar nuestro cuerpo, el bañarse con alta frecuencia (hasta dos veces al día) puede generar problemas en nuestra piel, como la resequedad.
El doctor Antonio Guglielmetti, dermatólogo jefe de Cátedra de Dermatología de la Universidad de Valparaíso, afirmó al diario Las Últimas Noticias (LUN) que "desde el punto de vista científico, no hay nada estipulado de que se requiera un baño diario".
Guglielmetti explicó: "la realidad, es que hasta la pubertad, hay desarrollo de las glándulas sebáceas por el tema hormonal, no es necesario el baño todos los días. Está la costumbre de bañar todos los días a los niños y no es necesario. En general, un baño dos veces a la semana es suficiente".
Alteración de la bioflora
El académico destacó que "mientras más te bañas, más debilitas tu barrera biológica y más alteras tu propia microflora o la bioflora normal de la piel. Y el ideal de la piel, y las mucosas, es que esa barrera esté intacta, lo más sana posible. Por eso, desde el punto de vista fisiológico no es bueno bañarse todos los días".
Por su parte, el doctor Andrés Figueroa, dermatólogo de la Clínica Universidad de los Andes, detalló que al bañarse de manera frecuente "se retira el manto lipídico de la piel, el cual tiene varias funciones importantes: una es la humectación de la piel y dos, es una especie de barrera que hace que nos irritemos con polvo, detergentes, con fibras sintéticas de la ropa".
Barrera protectora
Con respecto a esta capa protectora, el dermatólogo Cristián González apuntó que "la piel tiene un pH normal que es ácido. Este manto de ácido hidrolipídico (mezcla de sebo y sudor) cubre en su totalidad la superficie de la piel, permite un correcto desarrollo de la flora bacteriana, además es una barrera física que la protege frente a la agresión de agentes externos irritantes o patógenos".
González precisó que una alteración de este manto trae como consecuencias que la piel se deshidrate y pierda mayor cantidad de agua, provocando "picazón e irritación", además de contribuir a la aparición de enfermedades en la piel.
Ante este panorama, Gónzalez recomienda el uso de jabones neutros y duchas que no superen los cinco minutos.
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