Aprende a tomar agua para retardar el envejecimiento de la piel

Aunque no lo parezca, el 60% de nuestro peso corporal es agua. En esencia somos bastante líquidos, pero muchas veces olvidamos tomar agua porque no sentimos sed o nuestro trabajo es sedentario.

A la vuelta de todo un día, es posible que hayamos tomado café, gaseosas o jugos de frutas, pero casi nada de agua en su estado puro. Este hábito, a la larga, provoca que nos estemos deshidratando lentamente y esto se reflejará en nuestra salud. La piel es el principal afectado.

Un artículo de la Clínica Mayo precisa que el consumo de agua tiene relación directa con una micción y una evacuación regular, esto es, poder orinar o defecar normalmente para eliminar toxinas o desechos.

El agua mantiene nuestras articulaciones y tejidos conectivos lubricados y nuestra correcta temperatura corporal depende mucho de la cantidad de agua que tomemos.

¿Cuánta agua tomar y cómo lograrlo?

La cantidad variará dependiendo de si se trata de hombres o mujeres. Según la National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine (Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina) el consumo diario adecuado de líquido es el siguiente:

-Aproximadamente 3,7 litros de líquido para los hombres
-Aproximadamente 2,7 litros de líquido por día para las mujeres

Para lograr el hábito saludable de tomar agua, una de las recomendaciones más sencillas es programar el móvil para que cada cierto tiempo recuerde que es momento de beber.

Lograr el objetivo de líquido diario se notará. Tendremos una piel más suave, brillante e hidratada, se corrigen los problemas de mal aliento, desaparecerá la sensación de cansancio y adormecimiento, se alejan los riesgos de desarrollar cálculos renales, estreñimiento y catarros. La Aquae Foundation ubicada en España, precisa que el agua, además de un derecho humano, es un recurso clave para la salud en general.

El agua es clave en la reducción del peso pues estimula a la eliminación de los subproductos de grasa, esto sin contar que lentamente puede reemplazar las bebidas con contenido alto en azúcar y calorías.