Estudio: ¿Por qué los perros tienen la nariz fría?
¿Qué pasó?
Un estudio publicado recientemente en la revista Scientific Reports dio respuesta a la interrogantes que muchas personas se han hecho, en especial aquellas que tienen mascotas: ¿por qué los perros tienen la nariz fría?
La investigación, llevada a cabo por un equipo de especialistas de la Universidad de Lund de Suecia y la Universidad de Eötvös Loránd de Hungría, reveló que la narices de los perros son frías porque tienen detectores de calor ultrasensible.
En pocas palabras, los investigadores europeos descubrieron que la punta de la nariz de estos animales cumple una función sensorial importante, lo que permite a razas como los retrievers detectar fuentes de calor muy débiles como la de un pequeño mamífero a cinco pies de distancia.
¿Cómo fue el estudio?
La revista Scientific Reports reseñó que el equipo de pesquisadores entrenó a tres perros, un Golden Retriever llamado Kevin, un Nova Scotia Duck Tolling Retriever llamado Delfi y una raza mixta llamada Charlie.
El estudio tenía como propósito que los canes distinguieran entre dos objetos idénticos de cuatro pulgadas de ancho basados en el calor radiante.
Una vez realizada la prueba, los pesquisadores se dieron cuenta que "todos los estímulos de calor radiante utilizados en nuestros experimentos fueron demasiado débiles para ser percibidos por las manos humanas, incluso a distancias muy cortas"; sin embargo no para los perros, los cuales pudieron detectarlo de inmediato.
Experimentos complementarios
Además del estudio antes mencionado, los científicos realizaron experimentos complementarios.
Uno de ellos consistió en el uso de imágenes de resonancia magnética a fin de medir la actividad cerebral en 13 perros despiertos mediante la detección de cambios asociados con el flujo sanguíneo.
Para esta parte del estudio, el equipo trabajó con cinco golden retrievers, cuatro collies fronterizos, un pastor australiano, un chino con cresta y dos razas mixtas.
Descubrieron que poner un objeto cálido frente a la nariz del perro causaba una mayor capacidad de respuesta en el cerebro.
"De los dos experimentos complementarios, podemos concluir que los perros son realmente capaces de sentir la radiación térmica que emana de los animales de sangre caliente, usar esta información sensorial para el comportamiento dirigido que podría ser relevante para la caza, y que una región específica del sistema somatosensorial se activa por dicha radiación infrarroja", dijo la autora principal Anna Bálint, investigadora postdoctoral en el Departamento de Etología, Universidad Eötvös Loránd, Hungría.
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