¿Problemas con tu hijo adolescente? Conoce cómo abordar la situación

Muchas veces la adolescencia se convierte en el principal enemigo de los padres con sus hijos, debido a que es en esa etapa donde las comunicaciones se limitan, se alejan y las relaciones tienden a volverse más misteriosas y enigmáticas.

Un artículo de El Universo resalta la importancia del entendimiento de personalidades por parte de los padres con sus hijos en esa etapa de profundos cambios en su vida.

Es este periodo de tiempo surge la definición exacta del carácter, fisiología, métodos cognitivos, sociales y emocionales que definen la verdadera personalidad de los adolescentes.

La pérdida de confianza en los padres es una de las principales preocupaciones pero es un proceso de madurez normal donde buscan mayor privacidad e independencia.

¿Qué hacer en estos casos?

El psicólogo Gino Escobar indica que el miedo a decir lo que se piensa es uno de los principales causales en la caída de la confianza entre padre e hijo, cuando el niño enfrenta personalidades muy inquisidoras, la comunicación se distorsiona o simplemente no se genera.

“Es importante generar vínculos confiables para generar una comunicación más fluida”, afirmó Escobar.

En el texto se explica que los regaños con los hijos deben ser menores, pues más allá de los gritos o reproches, los padres deben ser más conciliadores y amigables.

Cosas que se deben evitar en la relación padre – hijo

Al igual que hay métodos para afianzar la comunicación, también existen aspectos que deben ser evitados a toda costa.

Uno de los principales errores de los padres es hacer sentir presionados o alterados a sus hijos por las múltiples preguntas por un tema en específico.

Si ellos no necesitan contar lo que hicieron en el día, como padres es ideal respetar esa postura y estar disponible para escucharlo cuando lo requieran.

Más del 67% de los jóvenes cuyas familias obligan la comunicación, tienden a ser mucho más cerrados y callados, indica el medio mexicano.

La adolescencia puede ser tan complicada para los jóvenes, como para los padres, pero con un poco de trabajo puede ser fructífera.