Tome nota: Cómo enfrentar las cinco enfermedades respiratorias más frecuentes de invierno
A diario estamos expuestos a virus y bacterias, pero durante el invierno estos agentes se multiplican y nuestras defensas bajan por el frío y los cambios bruscos de temperatura, provocando el surgimiento de diferentes enfermedades respiratorias.
Este tipo de afecciones respiratorias afectan desde la nariz hasta los pulmones, de manera corta pero intensa o prolongada con una evolución errática. Si bien pueden afectar durante cualquier época del año, cuando bajan las temperaturas hay un aumento y la población queda expuesta a los contagios.
El Coordinador Médico de Help, doctor Fernando Martínez, explica que todas las personas están propensas a sufrir enfermedades respiratorias, pero que quienes presentan un mayor riesgo son aquellas en contacto directo con otros enfermos, por hacinamiento o trabajo.
“Los que están más expuestos a complicaciones son los adultos mayores, embarazadas, pacientes que presentan enfermedades crónicas y los que están en tratamientos que disminuyen las defensas naturales del organismo”, indica el profesional.
En este sentido, el broncopulmonar explica en qué consisten las principales patologías de la época de frío:
Resfrío común. Se presenta con aumento de secreciones nasales, obstrucción del paso de aire por la nariz, estornudos y dolor de garganta, es frecuente que se acompañe de tos y sensación de molestia en el pecho, sin fiebre en adultos, con síntomas que duran como máximo una a dos semanas.
Influenza. Se trata de un cuadro más grave, cuyos efectos pueden dejar a una persona inhabilitada para hacer su vida normal por varios días. Se caracteriza por fiebre alta mayor a 38,5°, calofríos, mucho decaimiento y dolor muscular. Suele existir intenso dolor de cabeza, congestión nasal y dolor de garganta. Es causada por el virus de la influenza, y puede presentar complicaciones graves, especialmente en personas mayores y niños. La fiebre dura 3 o 4 días en la mayoría de los casos, pero el decaimiento puede demorar hasta tres semanas en mejorar.
Faringitis. En esta época, además es muy frecuente tener irritación de la faringe, dolor al tragar saliva o alimentos, síntomas propios de la faringitis que puede ser causada por diferentes infecciones virales, como el resfrío común o la influenza. Cuando no se acompaña de manifestaciones generales como fiebre y decaimiento, suele ser restringida a un tiempo determinado. Su tratamiento es sintomático, y puede ayudar la ingestión de líquidos o dulces que estimulen la producción de saliva para mantener la faringe húmeda. Si hay fiebre, o no pasa luego de unos días, debe consultar un médico.
Bronquitis. Cuadro viral que se manifiesta con tos (irritativa o productiva), sensación de pecho apretado y se puede acompañar de fiebre leve, dolor de cabeza, y compromiso nasal. En algunos casos, la bronquitis se complica con obstrucción bronquial, presentado falta de aire al respirar. Puede o no existir fiebre (si hay, suele ser baja), y es poco frecuente que se produzca decaimiento. La mayoría de los casos son por virus, y no está indicado usar antibióticos.
Neumonía. Es una de las enfermedades más graves. Es una infección del pulmón, causa de muerte especialmente en ancianos y niños pequeños. También las personas con algunas enfermedades crónicas respiratorias, cáncer y diabetes mellitus, entre otras, tienen un riesgo aumentado de complicaciones por esta enfermedad que comienza con fiebre alta y mucho decaimiento, o de manera paulatina con poca fiebre, tos persistente y decaimiento leve. Estos síntomas persistentes, especialmente si se agrega dificultad en la respiración, alteración del estado de alerta de la persona y/o dolor al respirar deben motivar consulta en Servicio de Urgencia.
Estornudar o toser tapando la boca y la nariz con el antebrazo, junto al lavado de manos, son consejos muy importantes para la prevención del contagio de enfermedades respiratorias. Así lo explica el Dr. Fernando Martínez, Coordinador Médico de Help, quien además sostiene que es muy importante visitar al médico o consultar si se siente muy mal, o presenta algún signo de gravedad como sangre en la tos, si tiene una enfermedad crónica, o un sistema inmunológico debilitado.
El doctor Fernando Martínez concluye que cuando los síntomas no mejoran luego de tres días, hay empeoramiento de estos, se observa dificultad o dolor para respirar, o denota una alteración del estado mental, se hace urgente la visita a un médico especialista.
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