Comentario: "Desafiantes" la adicción al amor en tres set
- Por Esteban Beaumont
Estrenada a finales de abril con poca influencia en la taquilla, Desafiantes (Challengers) se mantiene estoica en los cines gracias a las buenas críticas y al boca a boca. La frenética nueva historia de Luca Guadagnino es una obra intensa y jadeante, la juventud absorbida por sueños y deseos.
Desafiantes estaba pensada para estrenarse el año pasado, pero debido a la huelga de actores y guionistas se decidió por postergar su estreno. Esto debido a que tanto el director como el equipo productivo creían necesaria la participación de Zendaya en la promoción de la película (tal vez pensando en una nominación al Oscar). Dudo que esta nominación llegue, creo también que la promoción con actores no era tan trascendental. Guadagnino a está altura debería venderse solo, como un excelente director con una visión de las pasiones humanas sumamente interesante, lamentablemente la taquilla no lo ha acompañado.
La historia sigue, mediante constantes viajes al pasado, la vida de Art Donaldson (Mike Faist) y Patrick Zweig (Josh O´Connor) dos amigos tenistas, ganadores de múltiples torneos a nivel juveniles y sus deseos de ser tenistas profesionales. Todo remecido de manera tempestuosa por una mujer, la prometedora tenista Tashi (Zendaya). De ahí, una película deportiva que se mezcla con la pasión adolescente y el drama más terrible, el amoroso.
Nada nuevo bajo el sol, el director italiano Guadagnino es un experto en colocar las hormonas y conflictos juveniles en pantalla, así lo resalta su concurrida carrera. Llámame por tu Nombre y Hasta los Huesos son grandes historias de amor, pero además son aterradoras, como lo es ese primer amor adolescente, como lo es enfrentarse por primera vez a un sentimiento que nubla la razón. Guadagnino lo sabe y enfrenta el amor de Desafiantes mediante conflictuados personajes y delgadas líneas de amistad y amor. Un retrato del opresivo proceso de excelencia deportiva y de la obsesión profesional.
Todo esto puesto en pantalla con un trabajo actoral sobresaliente. Lo de Zendaya no debería ser sorpresa. La joven actriz tiene una prometedora carrera en el cine y a sus 27 años ya ha sido parte de importantes franquicias como Dune y Spiderman. Es acá, en Desafiantes donde logra su mejor actuación, un papel complejo que logra de forma camaleónica convertir una expresión en diametrales riesgos de su personalidad. Todo ayudado con un excelente guion del debutante Justin Kuritzkes, quién ya tendrá otra colaboración con Guadagnino para el futuro.
Pero Desafiantes, además de un drama con altos niveles de comedia, es una película deportiva y como buena película del género que se jacte de ello, las escenas deportivas son claves y es ahí donde Guadagnino da rienda suelta a su talento. Con propuestas distintas el italiano aborda un partido de tenis con planos cerrados, cámaras lentas, primeras personas desde la visión de la pelota y planos nadir. El festín es absoluto con una cinematografía valiente, que ayuda con una tensión sexual adolescente que impregna toda la película.
Durante más de dos horas la película se envuelve en una tensión amorosa insoportable, las constantes conversaciones entre dos personajes sumamente cerca uno del otro o la maravillosa relación que se crea entre el trío de protagonistas. Hay un ambiente estilizado que permite que la historia se sienta como un envión hormonal, acompañado de una dramática visión de la obsesión y, por momentos, una comedia negra entretenidísima. Desafiantes es sexy como un buen Tie-Break.
Punto, Set y Partido para Guadagnino.