Comentario de series: ¿Por qué falló Secret Invasion?

Hace unos días, el medio británico The Guardian publicaba una columna de opinión donde indicaba que la labor del crítico de cine quedaría obsoleta ante la llegada de los fanáticos influencers. ¿Para qué se necesitaban críticos si los estudios saben que los fanáticos solo hablan maravillas de sus películas? El cine franquiciado de estos años ha provocado un ejército de youtubers, tik-tokers y comentaristas de Twitter que generan un cuantioso contenido hablando y alabando la última gran producción de la temporada.

El Universo Cinematográfico de Marvel es el baluarte de esta forma de hacer y consumir cine. Marvel ha logrado crear un fanático tan fiel que no duda en consumir ningún producto del complejo y amplio entablado de películas y series conectadas una con otra. ¿Y si hay algún fracaso como Ant Man and The Wasp Quantumania? No importa, es parte del largo camino para el próximo evento masivo cinematográfico. Los 476 millones de dólares recaudados son ejemplo de la fidelidad que ha provocado Marvel.

Se ha hablado tanto de la frase “saturación del género” que ya no sabemos que significa mucho. O al menos en qué parte de la saturación estamos. El más optimista dirá que no existe tal saturación, un ejemplo es el éxito en taquilla y crítica de Guardianes de la Galaxia Vol. 3 (Como si en los 70, cuando moría el Western, no hubieran salido maravillas como El Fugitivo Josey Wales).

Aunque es difícil defender la congestión de películas superheroicas. Más aún con el fracaso rotundo de Invasión Secreta, la última serie de Disney+. La serie menos vista de la franquicia y con el final peor calificado por la audiencia y crítica. No solo la serie de Samuel L. Jackson fue mala, la gente no la vio, que es peor. ¿Qué falló en la serie?

Venimos diciendo hace meses que el MCU requiere un nuevo enfoque. Para la crítica de Quantumania decía que “Marvel aún está a tiempo de bajar un cambio y renovar a un saturado género que, si quiere sobrevivir 10 años más, tiene que renovarse”.

Una renovación en la fórmula de hacer películas. Las mejores películas individuales eran las que cortaban con un molde de creación. Capitán América y el Soldado de Invierno, Guardianes de la Galaxia Vol. 1 y Thor Ragnarok, son recordadas como grandes películas por presentar algo novedoso a un género que te saca 5 estrenos por año (La intriga, la comedia disparatada y la comedia solemne respectivamente).

Tenía mucho entusiasmo por Invasión Secreta, sobre todo luego de los primeros capítulos. La promesa de un thriller de espías infiltrados, combinado con políticas de estado mayor. Micro-conflictos que afectan en pequeñas escalas y no requiere a los Vengadores en plenitud. Un ritmo más lento, sin el frenetismo algorítmico que obliga que pase algo siempre.

Pero con el pasar de los capítulos, la serie comienza a desinflarse sin piedad hasta un final tan desilusionante como malo. Un final que resuelve horas de dudas, dobles agentes y traiciones en una pelea de 10 minutos entre un villano poderoso y un héroe Deus Ex Machina. ¡Es el mismo tipo de final que se ríen en She-Hulk! Lo que para una serie es un pecado y un mal síntoma, para otra es la resolución ideal. Es decir que no hay una sinergia entre el mismo universo (Aún no sabemos nada de la cabeza y mano gigante que apareció en mitad de la tierra en Eternals, ni una mención).

Y el mayor despropósito de esta serie es su costo. Son 212 millones de dólares para una serie de pequeños escenarios y limitados efectos GFX. Incluso los efectos especiales de la pelea final son medio cuestionables. Entre tantos números nos perdemos en dimensionar los gastos. Producciones más baratas que Invasión Secreta: El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey, El Escuadrón Suicida, Ghostbusters: Afterlife, El Juego del Calamar, Día de la Independencia, todas las temporadas de Daredevil.

¿Dónde está ese dinero? Solo nos queda preguntarnos eso. Bien sabemos, por los comentarios de Bob Iger, CEO de Disney, en torno a la huelga de Hollywood, que en sueldos para guionistas no.

Secret Invasion, que tomó uno de los más entretenidos momentos modernos en los comics Marvel, terminó siendo una Invasión aburrida con un final horrible. El MCU ya perdió al fanático casual, el ejército de fanáticos se aburre de producciones mediocres tras producciones mediocres y una genialidad de vez en cuando (como Guardianes de la Galaxia Vol. 3) no podrá salvarlo. El género muere y si no hay cambios, nadie irá a su funeral.

 

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