Rey Carlos III y su esposa Camila saludaron al pueblo británico desde el palacio de Buckingham tras la coronación
- Por Nicolás Escárate
Cerca de las 9:30 horas de Chile, el rey Carlos III y su esposa, la reina Camila, se asomaron por el balcón del palacio de Buckingham a saludar a las miles de personas que se encontraban apostadas frente a ellos.
En el balcón los acompañaron casi todos los miembros de la realeza, incluyendo nietos y sobrinos del rey, aunque una ausencia no pasó desapercibida.
Hablamos del príncipe Harry, quien se hizo presente en el servicio religioso que realizaron en honor a su padre, pero que optó por ausentarse de este saludo que tradicionalmente realizan los reyes tras su coronación.
La prensa británica asegura que el hijo menor de Carlos III optó por devolverse inmediatamente a California, Estados Unidos, donde reside actualmente, para acompañar a su hijo Archie, de 4 años, que durante esta jornada está de cumpleaños.
La coronación de Carlos y Camila
Pasadas las 7 de la mañana en Chile, Carlos III recibió de las manos del arzobispo de Canterbury la corona de San Eduardo, con la que fue proclamado frente al pueblo inglés finalmente como el flamante nuevo rey.
Toda la realeza firmó lealtad al nuevo monarca, incluyendo al primogénito de Carlos, el príncipe William, quien besó a su padre tras jurar que será fiel al trono que algún día detentará.
Se estima que más de 100 millones siguieron a través de diferentes plataformas la coronación, un momento que no ocurría en Inglaterra hace más de 70 años.
La llegada de Carlos III a la abadía
Cumpliendo con el protocolo que fue dado a la prensa, a eso de las 5 de la mañana en hora chilena, el rey Carlos III finalmente salió del Palacio de Buckingham junto a su esposa, Camila, y se subieron al lujoso carruaje del jubileo, camino a la abadía de Westminster, donde ocurrió su esperada coronación.
Allá llegaron casi una hora después, siendo recibido por cerca de 2 mil invitados que los propios reyes invitaron a que fueran parte de este importante hito en sus vidas.
En este recinto religioso, Carlos III fue proclamado como el nuevo monarca de Inglaterra, y Camila también vivió su momento, ya que fue investida como la reina consorte frente al pueblo inglés.
El trayecto del carruaje pasó por en frente de 2 millones de personas, quienes manifestaron con vítores y gritos su alegría por la ceremonia, aunque también, hubo protestas contra él de parte de manifestantes antimonarquía.
Las diferencias de la coronación de Carlos III y su madre Isabel II
La ceremonia en la que Carlos III fue consagrado como rey frente a los británicos, tuvo algunos cambios respecto de lo que fue la fiesta que tuvo su madre, la fallecida reina Isabel II.
Según vimos, la principal diferencia en la coronación de Carlos III e Isabel II radica en la duración del acto.
Y es que la ceremonia de Carlos III frente a las autoridades que le otorgaron el título se por poco más de una hora, mientras que la de su madre fue de alrededor de 3. De todas formas, la celebración con el pueblo se extenderá más allá de dicho acto formal.
En cuanto a los invitados, Isabel II contó con la presencia de al menos 8 mil asistentes que viajaron hasta Londres para acompañarla. Carlos III, por su parte, ha efectuado unas 2.500 invitaciones, dirigidas, principalmente, a jefes de Estado y de otras casas reales.
Costosa celebración
Pese a tener la intención de que no fuese "fastuosa ni excesiva", la coronación de Carlos III se considera uno de los eventos más caros del último tiempo.
La prensa local ha señalado que la ceremonia tendría un costo que llegaría a superar los 110 millones de euros (es financiada por el gobierno británico).
Cabe mencionar que en la instancia que protagonizó Isabel II se desembolsó alrededor de 51 millones de euros, siendo, además, la primera coronación televisada de la historia, con poco más de 27 millones de espectadores.