Super Mario Bros. La Película: "Diversión apresurada en una historia que la rompe"

La secuela de “Libre soy” con Frozen 2; la mega-franquicia de superhéroes con Ant Man and The Wasp: Quantumania y la epopeya fantástica con Warcraft. Las tres películas fueron pulverizadas por el simpático fontanero de bigote. Super Mario Bros. La Película rompió los récords de: mejor estreno animado, mejor estreno del 2023 y mejor estreno de una película basada en videojuegos.

Con una llave grifa bajo el brazo y apretando finamente una tubería de chistes, los directores Aaron Horvath y Michael Jelenic (creadores de la hilarante Teen Titans Go!) construyeron una película tan carismática como su personaje.

No es necesario recurrir a Google cuando se habla de Mario Bros. La mayor creación de Nintendo ha entrado al subconsciente popular tan solo con su magnetismo y no es necesario haber jugado Super Mario Land para tener al italo-americano dando saltitos en el cerebro.

Super Mario Bros. La Película cuenta la historia de los hermanos Mario (Chris Pratt) y Luigi (Charlie Day), los cuales terminan llegando a un universo acechado por el villano más malvado de la historia? Bowser (Jack Black). La dupla tendrá que unirse con la Princesa Peach (Anya Taylor-Joy) , Toad (Keegan-Michael Key) y Donkey Kong (Seth Rogen) para detener a la malvada tortuga.

Al igual que el juego, a la película se le podría llamar un sprites. Ese nombre reciben los juegos de 2D, característica clave de los arcades, aquellos de gráficos planos, sin geometría tridimensional, básicamente los juegos en el que el personaje solo puede avanzar de un lado de la pantalla a otro.

Y digo que es una película sprites por lo simple que es y eso no es malo. O no lo sería si la película no tuviera ciertos errores, a grandes rasgos es una historia que funciona desde lo elemental y que se combina con una serie de chistes que fluyen de manera fantástica. Pero se siente apresurada y ahí pierde el control cayendo por la pista.

Bien, demos el punto que jamás se le dio un trasfondo a los videojuegos de Mario, la historia terminaba una vez salvada la princesa. Pero en el afán de llenar la pantalla de referencias y fanservice (Como el olvidable rap de Donkey Kong 64) hace perder la construcción de una historia mínimamente lógica. La Princesa Peach decide en 5 segundos darle una oportunidad a Mario y de ahí pasamos a minutos de referencia al juego lineal con Holding Out for a Hero de fondo. ¿Queremos darle trasfondo a los problemas políticos entre el Reino Champiñón y el mundo de los Kong? No hay tiempo, tenemos que ir a un Smash Bros y después a un Mario Kart.

Pese a la saturación de referencia pensada en los fanáticos que hacen videos de “las 189 cosas que no viste”, la película se mantiene viva por dos elementos. Uno es que dura hora y media, lo que se agradece para una historia que requiere más corazón que cerebro por parte del espectador. Y principalmente tiene a Jack Black, entregadísimo en el papel de Bowser. Probablemente. el personaje más chistoso de la película, Bowser construye un villano divertido y sumamente terrorífico, además de tener más opciones de ganar un Oscar.

¿Cómo va eso? La canción “Peach”, interpretada al pie de un piano por una tortuga gigante, ha destrozado las redes sociales. La canción del momento en Tik-Tok e Instagram, fenómeno que ya vivió una ganadora a Mejor Canción Original. “Natu Natu” de RRR se escuchó hasta el cansancio, acompañado de vídeos de gente bailando en los cines, la canción (y la película) cosechó una gran cantidad de fanáticos en redes sociales que le dieron un impulso sublime de cara a los premios de la Academia. En la ceremonia se bailó, aplaudió y premió lo que revolucionó internet. Oportunidad entonces de llegar a nuevos públicos y aceptar nuevas formas de masificación (y no perder la oportunidad de ver a Jack Black cantando en los Oscar con una cola de Bowser).

Pocos videojuegos representan de manera tan perfecta la vida, la búsqueda del aprendizaje, de ser mejores, de saber en qué momento aparece la planta asesina y en cuál no. Siempre fue eso Mario. Pese a los tropiezos narrativos, la película logra llegar a la meta, con pocas vidas, sin el récord del arcade, pero con hora y media de carisma y diversión ¿No jugamos para eso?

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