Recomendamos: "Decision to Leave" pisa fuerte para convertirse en una seria candidata al Oscar

Con la temporada de premios ya desatada, la carrera por el Oscar a Mejor Película Extranjera se visibiliza como una de las más reñidas de los últimos años. "Argentina, 1985" ganó el Globo de Oro; "Bardo" se llevó los aplausos en Venecia y "Sin Novedad al Frente" se convirtió en la más nominada en los BAFTA. Entre la masividad de estas películas (una en Amazon, dos en Netflix) aparece "Decision to Leave", la tapada de la competencia.

Tapada como una forma de decir, ya que no puede una película de Chan Wook Park ser tapada en algo. El director coreano es uno de los más importantes de su país y si filmografía incluye alguna de las obras más importantes del cine asiático.

Biografía flash: Nacido en Seúl en 1963, en un principio quería ser un crítico de cine, hasta que vio "Vértigo" y decidió que quería contar historias. Agradecemos entonces a Hitchcock, ya que por su obra maestra Wook Park crearía obras como "Lady Vengeance", "Sympathy for Mr. Vengeance" y "La Doncella y Oldboy". Esta última convertida tiempo después en un remake bastante cuestionable a nivel de recepción. Fin de la biografía flash.

Seis años después, el surcoreano vuelve a la silla de dirección con "Decision to Leave", ya en los cines. La película parte como un thriller corte noir cuando un detective (Park Hae-il) comienza a investigar un hombre muerto en la cercanía de un peñasco. Las dudas en torno a la posibilidad de un accidente, un suicidio o un asesinato, llevan al detective a entrevistarse en repetidas veces con la viuda (Tang Wei). Ahí la historia toma un giro radical y se convierte en una historia de amor.

Alto, que la cotidianidad cinematográfica no les engañe. "Decision to Leave" está lejos del cliché y trillado amor de cine. Ni las princesas Disney rescatadas por el príncipe azul, ni las comedias de parejas enamoradas a primera vista. Chan Wook Park traza un amor realista y, por lo tanto, sumamente doloroso. Y mi idea no es destapar traumas de corazones rotos por amores imposibles, pero en un sentimiento donde se es tan propenso a fracasar, las complicaciones amorosas de un detective y su principal sospechosa duelen hasta el alma. 

Duelen porque Chan Wook Park es un genio en montar la película, en las formas de contar una historia. Todavía recuerdo lo mucho que me voló la cabeza la escena del pasillo en Oldboy. La forma en la que Dae-su se agarraba a martillazos con un gigantesco grupo de maleantes, salía de todos los moldes de cómo contar escenas de acción a los que yo había tenido acceso. No había cortes apurados, seguidos de planos cerradísimos en los que no se entiende nada. Wook Park nos muestra una imagen grande, en un plano secuencia crudo y tosco. Maravilloso.

"Decision to Leave" brilla con un entrelazo de detalles que son colocados para cobrar importancia cuando la historia lo requiere. Cuando nada es al azar y todo tiene importancia, la historia se vuelve más real, empatizamos más con ella. Tal vez porque cuando uno se enamora perdidamente le presta atención a esos detalles insignificantes. Son los que condimentan la vida y, en este caso, los que condimentan la historia. 

La costumbre de Park es darnos películas en la que nos sentimos junto a los protagonistas. Por más que su gran tópico sea la venganza, el director siempre logra darle una impronta sentimental a esa venganza. Su virtud más grande se ve reflejada en esta película que hiela hasta los huesos. Con uno de los “te amo” más lindos que haya visto en una pantalla, la cinta no se deja emborrachar del amor y al mismo tiempo se convierte en un noir policial sumamente entretenido, laberíntico y sucio (como deberían ser todas estas películas). El amor obsesivo y peligroso de "Decision to Leave" pisa fuerte para convertirse en una seria candidata al Oscar. 

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