Trágica estampida de Halloween en Seúl: Popular cantante de K-Pop y actor surcoreano fue identificado entre las víctimas
- Por Vladimir Núñez
¿Qué pasó?
El popular cantante de K-pop y actor surcoreano, Lee Ji-han, de 24 años, estuvo entre las más de 150 personas que murieron el pasado sábado debido a una fatal estampida registrada en un evento de Halloween en Seúl, Corea del Sur.
La muerte de Lee Ji-han
Según informó Deadline, su muerte fue confirmada por su agencia, 935 Entertainment, quienes manifestaron a través de un comunicado que "nos entristece dar esta noticia, pero Lee Ji-han falleció en la estampida en Itaewon".
La carrera de Lee Ji-han comenzó cuando participó en la competencia de canto coreana Produce 101. Poco tiempo después, en 2019, participó en el drama coreano Today Was Another Nam Hyun Day.
La trágica estampida
La aglomeración y estampida ocurrieron en el popular distrito capitalino de Itaewon, donde medios locales indican que hasta 100.000 personas llegaron la noche del sábado, colmando sus estrechos callejones y calles sinuosas.
Testigos relataron cómo la gente intentaba salir de la sofocante aglomeración, apilándose unos encima de otros mientras paramédicos, abrumados por el número de víctimas, pedían a los transeúntes que les ayudaran a brindar primeros auxilios.
"Había tanta gente empujándose, yo quedé atrapado en la primera multitud y al principio no podía salir", relató Jeon Ga-eul, de 30 años, a AFP. "Se sentía que iba a ocurrir un accidente".
151 personas fallecidas
El departamento de bomberos dijo a AFP que al menos 151 personas, incluidos 19 extranjeros, murieron en la estampida ocurrida alrededor de las 22:00 horas (10:00 horas en Chile).
Choi Seong-beom, del departamento de bomberos, explicó que "el elevado número de víctimas se debió a que muchos fueron pisoteados durante el evento de Halloween" y dijo que el balance de muertos podría aumentar.
Imágenes de AFP desde el sitio mostraron numerosos cuerpos tendidos en la calle cubiertos por mantas o mortajas improvisadas, mientras los socorristas con chalecos anaranjados cargaban cadáveres a las camillas para llevarlos a las ambulancias.
"Las personas caían apiladas unas encima de otras como en una tumba. Algunos perdían gradualmente el conocimiento y otras parecían muertas en ese momento", señaló un testigo a la agencia noticiosa Yonhap.