Miles de millones en propiedades, dinero, joyas, autos y caballos: ¿Qué pasará con la herencia de la Reina Isabel II?

Este jueves 8 de septiembre se confirmó la muerte de la reina Isabel II a los 96 años, en el palacio de Balmoral, su residencia oficial ubicada en Escocia.

Uno de los mayores misterios que surgió tras su deceso es qué pasará con todos los bienes que dejó la monarca.

La respuesta la tiene el testamento que hace pocos días la propia reina modificó para sorpresa de muchos, generando una ola de especulaciones respecto a su herencia.

¿Qué pasará con sus bienes?

Para intentar responder la pregunta de que ocurrirá con los bienes de la fallecida monarca, Lorraine Thomson, exeditora de la revista Caras, detalló que "el testamento de la reina va a ser privado, así como lo fue el testamento del príncipe Felipe de Edimburgo".

Por una parte, si en cuanto a joyería se trata, entre los bienes de la reina existen en total unas 300 joyas reales avaluadas, según el medio The International Business Times, en 110 millones de dólares. Pero apartando las joyas de la corona, que son de propiedad estatal, la monarca tenía una colección personal -por lo tanto, heredable- de anillos, prendedores y collares con un avalúo de 9 mil millones de pesos chilenos.

Respecto a estas joyas, Thomson aseguró que "en general las joyas de una monarquía las utilizan las mujeres, las van heredando y las utilizan en ciertos eventos importantes dentro del protocolo de la Familia Real, por lo tanto, es muy lógico que lo hereden las mujeres de la familia, en este caso, es Kate Middleton quien se lleva aquí la ganancia mayor".

Es así que según se ha sabido, el pasado 30 de agosto, poco más de una semana antes de morir, la fallecida monarca habría realizado pequeñas modificaciones a su testamento. Esto para supuestamente dejar fuera de él -al menos en lo que respecta a las joyas- a Meghan Markle y su hija menor Lilibet.

Por lo cual, las joyas de la reina pasarían directamente a Kate Middleton, esposa del príncipe William, y a la hija de ambos, Charlotte

Más que solo joyas

Pero no se trata solo de joyas. Según la revista Forbes, la monarquía británica tiene 28.000 millones de dólares en patrimonio inmobiliario. Lo conforman una veintena de residencias, castillos y palacios en diversas zonas de Inglaterra, Escocia, Irlanda del Norte y Gales. Entre ellos destacan el Palacio de Buckingham, residencia oficial de los reyes en Londres, avaluado en 4 mil 900 millones de dólares.

Sin embargo, estas no serían heredables, ya que, según explicó el académico de la Universidad de Chile, Jaime Baeza, estas propiedades "son de la Corona, no son de la familia per se, no es una propiedad privada".

Pese a lo anterior, la reina, siendo muy joven, heredó de su padre diversos terrenos para uso personal, y su madre le dejó más de 60 mil millones de pesos chilenos al morir. Patrimonio heredable y que una cláusula legal eximiría de pagar el impuesto de sucesiones, el cual no pagó la reina Isabel por los bienes de su madre y que no pagaría el rey Carlos III por el patrimonio que le corresponda.

Por otro lado, la reina además era fanática de los caballos, por lo que forman también parte de sus bienes una treintena de ejemplares que tenía para uso personal y competición, los cuales en total valdrían unos 9 mil millones de pesos chilenos.

Junto a su fascinación por la hípica, los autos también le despertaban un gran fanatismo. En sus garages quedaron guardados vehículos de lujo que superan los 13 mil 500 millones de pesos. Sus marcas preferidas eran Land Rover, Jaguar, Rolls-Royce y Bentley. Un gusto por los autos que al parecer se desarrolló tras su paso por el ejército británico, donde condujo camiones y aprendió de mecánica.

Patrimonio imposible de calcular

Si bien desde ahora será el Rey Carlos III quien manejará los bienes de la corona, debido al deseo de su madre de no hacer público su testamento, a través de una cláusula especial solicitada también en su momento por el esposo de Isabel, Felipe de Edimburgo, es que jamás se conocerá la cantidad monetaria exacta de su herencia.

Esta decisión ha alimentado en los últimos días las especulaciones de periódicos en todo el mundo sobre la cantidad de sus bienes heredables. Por ejemplo, el medio financiero Fortune estima que la reina dejó más de 500 millones de dólares en activos personales, los cuales traducidos a la divisa chilena, equivalen a un poco más de 450 mil millones de pesos.

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