"Narcisista y paranoico": El lapidario informe psicológico del protagonista del caso chileno en "Worst Roommate Ever"
- Por Matías González Olguín
Una de las producciones en Netflix más populares de los últimos días es "Worst Roommate Ever", conocida por su nombre en español como "Los peores compañeros de casa del mundo", una miniserie de cinco capítulos que relatan horrendos crímenes entre inquilinos de hostales ubicados alrededor del mundo.
El tercero está inspirado en un caso ocurrido durante 2011 en Chile, el que involucra a un supuesto palestino y a una mujer estadounidense, quien fue víctima de una pesadilla que casi le costó la vida.
"El maratonista"
El hombre se llamaba Youssef Khater, quien estuvo preso por estrangular y enterrar viva a Callie Quinn, su compañera en el hostal ubicado en Providencia. El sujeto quiso asesinarla y escondió su cuerpo en un taller mecánico abandonado.
De milagro, la joven despertó envuelta en una lona y bajo tierra. Logró llegar con dificultades a la residencia para encarar a quien intentó matarla, pero este se hizo el desentendido al abrirle las puertas del lugar.
Mientras Callie estaba en el hospital, con una amiga realizaron la denuncia a la Policía de Investigaciones (PDI). Al mismo tiempo, el sujeto —que se dedicaba a participar en maratones (según él) y cuya verdadera nacionalidad era libanés— se dio a la fuga y su paradero fue desconocido durante un largo tiempo.
Pero, ¿quién era el "encantador" Youssef?
Galán, encantador y de historias heroicas. Esa era la fachada que utilizaba frente a los demás, porque en realidad era un demonio contenido en el cuerpo de un atlético hombre.
El chileno Rodrigo Navarro compartió con Youssef y varios estudiantes de intercambio en el hostal ubicado en Providencia.
"Inmediatamente te mostraba una sonrisa, conversaba contigo y se notaba una persona muy carismática, muy amable, muy empático también con sus compañeros. Cuando llegó aquí a la casa al poquito tiempo se hizo amigo de todo el mundo", contó.
Tal nivel alcanzó entre sus pares, que "para los chiquillos él era el ídolo. Venía contando las historias de sus maratones, de que él era danés-palestino y que había participado en historias fantásticas. Era muy entretenido para conversar también", dijo Rodrigo.
Un estafador empedernido
Durante las semanas en que se investigaba la ubicación del libanés, se recabaron mayores antecedentes sobre su conducta. Para llegar a Chile, primero se aprovechó de sus rasgos faciales y simuló ser palestino para estafar a la comunidad de Palestina que residía en Dinamarca, país en donde estuvo.
"Empezamos a dudar sobre ciertas actitudes. Trató de inventar que iba a hacer una carrera a lo largo de todo Chile, que iba a romper el récord mundial de maratón y con eso quería juntar un montón de recursos para hacer su carrera. Era mucha plata", contó Carlos Krauss, en entrevista exclusiva con Meganoticias Prime.
Para participar en el evento deportivo, Youssef usó el dinero que su amigo inglés Dominic le había entregado, el que supuestamente iba a ser utilizado para invertir en departamentos. Pequeños detalles dejaron en evidencia que dicha inversión nunca se concretó; para despistar la atención inventó un falso abogado brasileño.
"Yo le dije a Dominic: 'creo que te está haciendo víctima de una estafa'. Según lo que yo veo acá, este abogado y Youssef son la misma persona. Le pregunté a un amigo informático y él me confirmó que los correos venían del mismo computador", relató Krauss.
Resulta que el inglés llegó a Chile para recuperar su dinero, provocando la furia del khate.
"En vez de devolverle el dinero, lo trató de asesinar. Le pegó con un palo en la cabeza. Afortunadamente, Dominic no quedó inconsciente y se logró defender. Llegaron testigos y Youssef, al verlos, dejó de agredirlo y se fue", señaló Krauss.
El engaño que terminó en su captura
El mediático caso de Callie llamó la atención de la abogada chilena Rocío Berríos, una recién egresada de Derecho que le tendió una trampa para que fuera detenido.
"Él tenía que pedirle dinero a alguien, como lo hacía siempre, y una vez que esa persona se lo enviara, íbamos a dar aviso a la policía para que estuvieran pendientes del envío", contó la profesional.
El plan estuvo cerca de arruinarse, porque Khater envió a un ciudadano taiwanés para obtener el monto. Sin embargo, la PDI se percató que lo estaba esperando al interior de un vehículo, por lo que fue rápidamente detenido.
El lapidario informe psicológico
A la espera de su juicio por intento de asesinato en contra de Callie, Youssef entregó varias declaraciones poco convincentes. Al ser cuestionado por el fiscal de la investigación, el libanés supo que no tenía coartadas suficientes para demostrar su inocencia.
Participó en dos entrevistas psicológicas forenses, las que pretendían dar con el verdadero Khater. Ahí comentó que "su padre a menudo estaba borracho y lo maltrataba físicamente; su madre trabajaba en un hospital", según consigna Texas Monthly.
"En la escuela había sido popular por sus habilidades atléticas, pero aún más por sus 'pestañas largas y frente levantada', dijo él (...) Se unió a los infantes de marina, después de lo cual se convirtió en uno de los pocos en ser seleccionado para las fuerzas especiales del país", señala el medio.
Al ser consultado por su relación con Callie, entregó crudas palabras: "Ella bebe, usa drogas, toma la comida de uno sin consultar. No es una amiga".
Cuatro meses después de su captura, y tras cambiar su versión en varias ocasiones, confesó haberla golpeado, pero que "no había sido su intención matarla".
De esa manera, la psicóloga a cargo lo describió en su informe como un hombre que "muestra rasgos narcisistas, paranoicos y asociales. Le falta empatía y su relación con los demás es fundamental".
Si bien no fue descrito como psicópata, sí tenía los rasgos característicos de uno: "Era carismático, egoísta, buscador de emociones, engañoso y simplista; propenso al aburrimiento y la promiscuidad; parásito en sus intercambios con los demás. Lo más importante, parecía no tener conciencia".
Finalmente, el libanés fue condenado a 600 días de cárcel por el delito de homicidio frustrado.
"En esa época, ese delito tenía una pena muy baja, por eso le dieron tan poco. Pese a eso, esta era la primera vez que era condenado a cárcel", señaló Berrios.
Tras salir de prisión, fue deportado a Dinamarca para enfrentar cargos por otros delitos. Según la miniserie de Netflix, continuó viajando por el mundo, incluso con otros nombres para seguir cometiendo estafas.
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