El lujoso búnker que Kim Kardashian está dispuesta a comprar para una emergencia

  • Por Meganoticias

Kim Kardashian está muy preocupada por la seguridad de su familia y está dispuesta a hacer lo que sea para cuidarla. La estrella de televisión y empresaria, que acaba de ingresar a la lista “Los más ricos del mundo”, está evaluando la posibilidad de comprar un búnker de supervivencia.

En el cuarto capítulo de la temporada final de “Keeping Up With The Kardashians”, titulado “Nuevas amigas y el búnker”, la protagonista del show, de 40 años, y su hermana Khloé, de 36, visitaron un prototipo luego de acordar una cita con un hombre misterioso que vende este tipo de refugios.

Así es el búnker que Kim Kardashian quiere comprar

El lugar tiene forma de cilindro y está dotado por dentro de cosas básicas, con condiciones austeras, techos bajos, espacios reducidos, comida perecedera, camas en forma de literas y solo una computadora. Nada comparado con los lujos a los que está acostumbrada la estadounidense.

El búnker que quiere adquirir Kim Kardashian es resistente a cualquier desastre natural o provocado por el hombre y es capaz de conservar con vida a sus habitantes por años, siempre y cuando estén dotados de agua y comida.

Ansiedad, divorcio y miedo a la pandemia

La socialité norteamericana, que atraviesa por un divorcio aún sin concretarse, está muy preocupada por mantener a salvo a sus hijos North, Saint, Chicago y Psalm, en medio de la pandemia por el coronavirus.

Reconoció que su último año no ha sido fácil. "2020 ha sido un año realmente loco y hemos pasado por todo lo imaginable. Así que, siendo yo, tuve que buscar una especie de refugio de supervivencia", se le escucha decir en una parte del capítulo, detalló un artículo del Daily Mail.

El episodio también revela que el estrés de Kim aumentó aún más luego de que uno de sus mejores amigos, Jonathan Cheban, le contara sobre un robo millonario del que fue víctima.

El mal momento de Cheban también le hizo revivir su mala experiencia con el atraco en París, en 2016, donde fue atada y amordazada por desconocidos para despojarla de unas joyas valoradas en 10 millones de dólares.