Las primas de la reina Isabel II internadas en un pisquiátrico en secreto y declaradas muertas

  • Por Meganoticias

La serie "The Crown", de Netflix, que en sus cuatro temporadas no para de contar secretos de la familia real británica, revela una historia insólita de la corona.

Sin callarse nada, el creador de la serie, Peter Morgan, muestra, entre otros temas, un escándalo familiar relacionado con primas directas de la reina Isabel II.

Pero no se trata de un tema menor. Resulta que cinco primas, nacidas con problemas mentales, fueron confinadas secretamente a hospitales psiquiátricos y declaradas muertas en 1940.

"El principio hereditario"

"The Crown" dedica un episodio a contar el momento en que la princesa Margarita (interpretado por Helena Bonham Carter) descubre que cinco primas fueron prácticamente anuladas por estar enfermas.

Resulta que Margarita, hermana de la reina Isabel II, reclama a la reina madre el destino de sus primas de apellido Bowes-Lyon, pero ella argumentó que la decisión se tomó para salvar la imagen familiar.

"Mi familia, los Bowes-Lyons, pasaron de ser aristócratas escoceses menores, a tener un linaje directo con la Corona, lo que resultó en que las hijas de mi hermano, Katherine y Nerissa, y sus primas hermanas Idonea, Etheldreda y Rosemary, pagaran un precio terrible", dice el personaje en la exitosa serie de Netflix.

Luego remarca escandalosamente: "Su idiotez y retraso diagnosticados profesionalmente haría que la gente cuestionara la integridad del linaje... ¿Te imaginas los titulares si se hiciera público? ¿Qué diría la gente?".

¿Quiénes eran las primas locas de la reina Isabel II?

Las hermanas Katherine y Nerissa nacieron con "graves dificultades de aprendizaje" y debido a ello fueron ingresadas en el Royal Earlswood Hospital en Redhill de Londres, en 1941.

Otras tres primas hermanas de Isabel II, llamadas Idonea, Etheldreda y Rosemary, también padecían los mismos problemas y las encerraron en otro manicomio.

Lo peor fue que para 1982 la reina madre supo que las primas no estaban muertas como aparecían en el registro público, pero nunca las visitó.

Según la historia, solo decidió enviarles un cheque "que se usaba para comprar dulces y juguetes", de modo que las primas envejecieron en el anonimato.

Nerissa murió a los 66 años, en 1986. En el cementerio solo tiene un plástico rotulado con su apellido y un código.

Katherine murió a los 87 años, en 2014. La familia real no expresó una sola palabra con estos decesos.

Visto así, la decisión de la reina madre se prolongó en Isabel II y sus descendientes, como el príncipe Carlos y hasta en la joven generación con el príncipe William.

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