"¡Dios mío, ayúdame!": El dramático relato de conductor de aplicación que fue apuñalado más de 10 veces en La Serena

¿Qué pasó?

Yerko Zambra Villalobos es un conductor de aplicación de 38 años, que el pasado 11 de noviembre pensó que su vida acabaría, luego de ser asaltado por un grupo de sujetos, que lo agredieron al punto de propinarle más de diez puñaladas en La Serena.

El dramático testimonio del conductor

El chofer, candidato a concejal en las elecciones pasadas y además casado y padre de tres hijos, iba saliendo del velorio de un amigo, cuando decidió aceptar una carrera a través de la app en la que trabajaba.

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La víctima permanecía en el sector de La Antena, cuando tomó al pasajero, aunque poco antes le hizo unas preguntas para ver si estaba ebrio o drogado, por su seguridad, informó el medio local Diario El Día.

Al ver que hasta ese momento todo iba bien, decidió aceptar la carrera, pero fue allí cuando en un abrir y cerrar de ojos, el sujeto empezó a golpearlo sin razón alguna.

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"Pongo primera para arrancar y me para el motor. Me abre la otra puerta otro muchacho y comienzan a apuñalarme, a pegarme, me sacan del auto, me siguen pegando y ahí llegan tres más. Alcanzo a tirar un par de combos para defenderme y a uno le lastimé la nariz", explicó Zambra.

Las apuñaladas por parte de los sujetos

El afectado reveló que en ese momento intentó correr, pero ahí los cinco individuos se abalanzaron sobre de él para luego apuñalarlo.

"Quedé inconsciente un rato. Pero me seguían pegando, me seguían apuñalando. Cuando estaba inconsciente me dieron una parada en la cara y con ese golpe desperté. Ahí uno de los tipos le grita al otro: 'mátalo, mátalo'", sostuvo.

En medio del ataque, el hombre rogó por su vida y dijo en varias ocasiones que dejaran de golpearlo, pero no hubo caso: "En esa situación yo decía: '¡Dios mío ayúdame!' Porque estás inhabilitado, vulnerado por todas partes y tu vida en riesgo", expresó.

Hasta allí, Zambra remarcó que no tenía sentido que lo siguieran agrediendo, considerando que ya había entregado el auto e incluso su dinero y celular.

Una vez que los sujetos se cansaron de atacarlo, la víctima, que recibió una docena de puñaladas, se puso de pie y escapó hasta llegar a un servicentro, donde recibió la ayuda que necesitaba.

Finalmente, sus heridas fueron tratadas en un Cesfam a eso de las 03:00 de la madrugada: "Ahí me curaron, porque estaba lleno de tajos por todos lados, pero no me quisieron decir cuántas heridas me hicieron, aunque solo en la cabeza tengo siete, más los brazos, en la espalda, en las piernas", añadió.

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