"Estaban durmiendo y sintieron ruido en el patio": Adulta mayor no vidente y su nieto sufren violento asalto en su casa

¿Qué pasó?

Tres sujetos ingresaron violentamente a una vivienda en la que dormían una adulta mayor ciega y su nieto de 15 años, la madrugada del lunes. Ambos fueron agredidos y asaltados por los delincuentes, quienes permanecieron cerca de 20 minutos en el domicilio.

El robo se produjo en la calle Aconcagua del sector Barrancas de San Antonio, región de Valparaíso, y causó conmoción en el sector por las heridas que sufrieron ambas víctimas.

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La apuntaron con un arma de fuego en la cabeza

La madre del menor e hija de la adulta mayor, relató al diario el Líder de San Antonio que "ellos estaban durmiendo y sintieron ruido en el patio trasero. Mi mamá pensó que era mi hermana y despertó a mi hijo para que preguntara quién era y ahí él se levantó".

En ese momento, el adolescente se encontró con los delincuentes encapuchados, que de una patada abrieron la puerta de la casa. En segundos, dos de ellos golpearon e inmovilizaron a ambos, mientras que un tercero fue raudo al segundo piso para inspeccionar y robar artículos de valor.

LO ÚLTIMO

Pese a su condición de no vidente, la adulta mayor fue amarrada, apuntada con un arma de fuego en la cabeza y golpeada con la misma arma. Al menor también lo amarraron y dejaron en el suelo con un almohadón cubriéndole la cabeza.

"Le ataron las manos con los cables de los cargadores de los teléfonos y del internet, lo apretaron tanto que le dejaron las muñecas moradas", contó su madre.

Se dieron a la fuga y no hay rastros

Los delincuentes desordenaron por completo la vivienda, amenazaron con volver y se llevaron televisores, celulares, documentos personales y hasta una máquina para medir el azúcar de la adulta mayor.

Tras ello, huyeron en un vehículo blanco, cuya patente no se ha podido identificar, y su paradero actualmente es un misterio. El adolescente pudo soltar sus amarras y logró pedir ayudar a una vecina que llamó a Carabineros.

"Mi mamá quedó con heridas, con la oreja rota, y con miedo de que vuelvan a entrar. Imagínate, ya no se puede estar tranquila", concluyó la hija de la adulta mayor.