"Me dijo que tuviera cuidado con descolgarme de los demás socios": La desconocida advertencia de Hermosilla a Topelberg

Más de ocho meses tuvieron que pasar para que alguien se adjudicara la filtración del audio que abrió el caso más controvertido de los últimos años en nuestro país.

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El 27 de agosto, Rodrigo Topelberg declaró en tribunales y reconoció la difusión de la grabación, movimiento para el cual implementó un sofisticado mecanismo para enviarlo sin su nombre y desde un número con código de Reino Unido. Daniel Sauer fue el pseudónimo escogido y Némesis el título del archivo.

"Un poco de melodrama, la verdad estaba muy abrumado y un poco de mitología ahí para darle dramatismo", respondió Topelberg al por qué eligió el nombre de la diosa griega de la venganza.

"Yo temía mucho por las repercusiones que podía haber con esto, pese a que era obvio que era yo, si soy el único que me beneficio en ese audio", dijo en entrevista con Mega.

Según dice en su relato, Topelberg conoció la grabación el mismo 22 de junio que fue obtenida por Leonarda Villalobos. Y que habría sido esa prueba lo que lo convenció a presentar una querella por los eventuales ilícitos de Factop, la cual ingresó el 31 de julio en el Cuarto Juzgado de Garantía.

Pero antes de ese momento, al socio ya lo habían alertado de situaciones irregulares al interior de la empresa, como también ya había recibido luces del abogado Luis Hermosilla. Casi como una advertencia sobre qué podía ocurrir si se separaba de los Sauer.

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“Él me dijo que tuviera cuidado con descolgarme de los demás socios de Factop; que él había visto muchos de estos conflictos y que siempre salían mal: que se empezaban a ventilar trapos al sol, dándome a entender que algunos carretes o aventuras podían conspirar contra mi vida familiar”, declaró Topelberg el 17 de julio, sin dar una fecha clara del momento en que se produjo el “apretón” del influyente abogado. Pero este episodio habría sido antes que se grabara el audio, pues los hermanos Sauer algo ya sospechaba de la que sabía su socio.

Ahora, con la resolución de ayer de la Corte de Apelaciones que revocó el arresto domiciliario de Rodrigo Topelberg, ambos volverán a encontrarse al interior de Capitán Yáber. “Don Satanás” como lo describió el empresario asumirá el rol de bienvenida.

Las primeras advertencias

Antes de conocer el audio, Topelberg se mantenía escéptico respecto a lo que le comentaba Leonarda Villalobos, al menos desde mayo de 2023, respecto a facturas falsas al interior de la empresa Factop, donde él y su familia habían colocado unos treinta millones de dólares.

Así lo planteó el ex mejor amigo de Daniel Sauer cuando conversó con Mega en medio de su arresto domiciliario total:

"Yo estaba preocupado por la falta de liquidez, había accionistas pidiendo rescate, estaba preocupado de eso. Y ella como una mosca me hablaba de unas facturas ideológicamente falsas que ni siquiera entendía lo que eran. Tuve que después entender, ver bien eso", dijo Topelberg.

“Pese a que usted trabajaba en Factop ¿No entendía lo que era una factura ideológicamente falsa?”, preguntó la periodista Andrea Aristegui.

"No", respondió.

“Es difícil de creer eso, que usted no supiera un concepto tan básico, cuando uno trabaja en un factoring”, dijo la periodista.

"No lo sabía, y tampoco sabía que había facturas falsas hechas por ellos. Que se ocuparan estas facturas favor y que fuera algo habitual, no tenía idea", selló Topelberg.

El “apretón” de Hermosilla

En la misma época en la que Leonarda Villalobos habría comenzado a advertirle a Topelberg sobre estas irregularidades, el socio de Factop tuvo una extraña reunión con el abogado Luis Hermosilla, cuyo momento decidió exponer en su declaración del 17 de julio.

“Luis Hermosilla debe haber sospechado que yo me estaba separando de los Sauer, por aviso de Daniel Sauer asumo. Y así, sin haberlo conocido más que en una reunión grupal, me citó a su oficina”, declaró.

Topelberg agrega que el abogado llegó atrasado a la cita, con la corbata desordenada y pidiendo disculpas porque estaba con problemas estomacales. “Hoy interpreto esta explicación insólitamente honesta como un esfuerzo por ganarse mi confianza y logró que bajara mis defensas”, recordó.

Hermosilla le plantearía luego que no era conveniente distanciarse de sus socios, que él había visto muchas situaciones similares y que no terminaban de buena forma.

"Me hace una advertencia, que hay consecuencias cuando uno se aparte del grupo, entonces tenía que mantenerme cerca de ellos", confesó Topelberg en la entrevista.

“¿Usted lo sintió como una advertencia o como una amenaza?”, le preguntaron.

"Como una amenaza, pero era muy manipulador él, era muy simpático, era muy entrador. Pero me dice, cómo van a pasar cosas, tú sabes, consecuencias", respondió.

Según planteó Topelberg, se fue confundido de la oficina de Hermosilla y no comprendió lo que el abogado quería decirle. Meses después de ese momento, las “consecuencias” del quiebre de los socios saltan a la vista, los tres acompañan al penalista al interior de Capitán Yáber, y los límites del caso abierto por la filtración del audio no hacen más que expandirse y dibujar una temible caja de pandora como el ministro de Justicia, Luis Cordero, pronosticó.

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