Columna de Mauricio Morales: "Republicanos: El poder desgasta al que no lo tiene"
- Por Meganoticias
Por Mauricio Morales, doctor en Ciencia Política, profesor titular, Universidad de Talca-Campus Santiago.
Fue la estrella en la elección de Consejeros Constitucionales de 2023 con el 35% de los votos. Liderado por José Antonio Kast, Republicanos se convirtió en el partido más grande de Chile, lo que también se ha visto reflejado en las encuestas de opinión.
Según la última CADEM, Republicanos registra un 17% de intención de voto, muy lejos del resto de los partidos. El PS, PPD y DC sumados alcanzan el 14%, y la UDI, RN, y Evopoli- también sumados- acumulan apenas el 10%. Republicanos triplica al Frente Amplio y más que duplica al PC.
Si bien fracasó en su intento por escribir una nueva Constitución para Chile, esa derrota no dolió, pues se mantuvo el statu quo. Sus bases electorales, en general, son más conservadoras y reacias a los cambios bruscos, por lo que este resultado no implicó trauma alguno. De hecho, fue más un alivio que una decepción.
Para las próximas elecciones locales de octubre, Republicanos compite directamente con Chile Vamos en todas las regiones del país, salvo en Araucanía y Aysén. También lo hace en 36 de los 345 municipios, destacando, entre otros, Arica, Antofagasta, Cerrillos, Lo Barnechea, Talagante, Concepción, y Valdivia.
La plantilla total de candidatos Republicanos- sumando alcaldes, gobernadores, consejeros regionales y concejales- es de 1.766, una cifra considerable dada la juventud del partido. A nivel de alcaldías, Republicanos presenta candidatos en 59 comunas, enfrentándose con Chile Vamos en el 61% de ellas. En la Región Metropolitana consiguió la omisión de la derecha tradicional en comunas populares como San Bernardo, Conchalí, El Bosque, Macul, y Maipú.
En regiones, la comuna clave será Valparaíso. Si logra desbancar a la izquierda y además contribuye a que Iván Poduje se quede con Viña del Mar, la mesa estará servida para aspirar a un cupo senatorial el próximo año. Ese debiese ser el objetivo de Republicanos. Es cierto que su éxito va de la mano del debilitamiento de la derecha tradicional, pero Republicanos necesitará de esa derecha tradicional si pretende disputar seriamente las presidenciales de 2025 y, dependiendo de quién gane, formar gobierno.
De poco sirve estructurar una estrategia política sólo pensando en ser oposición. Como decía el líder demócrata cristiano y primer ministro italiano Giulio Andreotti, el poder desgasta al que no lo tiene. Por tanto, ya es tiempo de que Republicanos comience a mostrar capacidades para ejecutar políticas públicas y ofrecer soluciones concretas a los problemas de Chile. El cacareo permanente, la queja constante, y la crítica sin piedad sólo permite absorber el malestar ciudadano, pero en ningún caso canalizarlo por las vías institucionales.
Republicanos, en consecuencia, tiene la primera opción para convertirse en el partido más grande de Chile. La base de comparación con 2021 es mínima, pues ahí consiguió apenas 12 concejales de 2.252, y 15 consejeros regionales de un total de 302. El desafío, por tanto, pasa por conseguir entre 10 y 15 alcaldías, propinándole más una derrota al gobierno que a Chile Vamos.
El problema se producirá si, dada la competencia a dos bandas de la derecha en las 36 comunas señaladas, el gobierno termina triunfando. Lo único que podría suavizar un escenario de estas características sería que Chile Vamos le arrebate Santiago al PC, y que Republicanos haga lo propio- esta vez con un independiente de izquierda- en Valparaíso.
Además, necesita de algún triunfo a nivel de gobernaciones regionales, lo que implica avanzar a segundas vueltas. Es acá en que Republicanos debe demostrar capacidades para formar coaliciones estables, ofreciendo el apoyo al candidato de Chile Vamos si es éste el que avanza al ballotage, y pidiendo una conducta recíproca si son ellos quienes se enfrentan con la izquierda por el gobierno regional.
Esto servirá como una especie de ensayo para lo que pueda suceder en las presidenciales del próximo año. Ya es momento que Republicanos madure, sustituyendo el llanto por las propuestas, la ira por los acuerdos, y la estridencia por la seriedad.
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