Tía y sobrina sufrieron violento portonazo en Ñuñoa: Fueron golpeadas y amenazadas con armas de fuego

¿Qué pasó? 

Dos mujeres sufrieron un violento portonazo la tarde del martes en la comuna de Ñuñoa, en la Región Metropolitana. Ambas fueron golpeadas y amenazadas con armas de fuego cuando se disponían a ingresar a su vivienda.

Madre e hija fueron golpeadas 

El hecho ocurrió cerca de las 19:30 horas en un domicilio ubicado en calle María Celeste. Allí, una mujer de 55 años y su sobrina de 26 fueron abordadas por un grupo de delincuentes al momento de ingresar a su casa.

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Los asaltantes, quienes portaban armas de fuego, las amenazaron y golpearon. Además, agredieron a un vecino y otro familiar que salió en su defensa. 

Finalmente, los atacantes lograron escapar a bordo del vehículo, en cuyo interior se encontraban diversas especies. En total, el robo fue avaluado de 14 millones de pesos.

 

Meganoticias

 

"La bajaron del auto y comenzaron los gritos" 

Patricia, dueña del vehículo, conversó con Meganoticias y explicó cómo se produjo el violento robo que sufrió junto a su sobrina. 

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"Veníamos llegando de hacer diligencias todo el día. Ella se trajo el auto, porque yo estaba muy cansada de manejar. Me bajé a abrir el portón (...) Y estábamos en eso, y de repente aparecieron cuatro sujetos de la nada, aparecieron como un racimo de personas. La bajaron del auto y comenzaron los gritos", relató la mujer.

"A ella se le tiraron encima para tratar de quitarle el celular. A mí me apuntaron con el arma de frente, no tenían más de 18 años. Me botaron al suelo. A Antonia le pegaron muchísimo", agregó. 

Pero ellas no fueron las únicas que se enfrentaron a los delincuentes. "A mi vecino lo apuntaron con un arma. A otro familiar de mi casa, también", indicó. 

Uno de los residentes del sector que salió en ayuda de las víctimas también contó su experiencia: "Escuché los gritos y salí ver qué sucedía. Entonces ahí me di cuenta de que recién estaban tirando a mis vecinas hacia afuera, ya las habían golpeado. Al tipo le costó sacar el auto".

"Abrí el portón y había dos tipos afuera del auto que todavía no se subían. Uno de ellos era un cabro chico", recordó.