Columna de Mauricio Morales: "Boric y Bachelet, mundos opuestos"

Por Mauricio Morales, doctor en Ciencia Política, profesor titular, Universidad de Talca-Campus Santiago

Según la encuesta CRITERIA de la semana pasada, la expresidenta Bachelet es la carta más competitiva de la centroizquierda. Si bien Evelyn Matthei la triplica en intención de voto, es quien más pelea le da en una eventual segunda vuelta. Las otras figuras del oficialismo están en el gobierno cumpliendo tareas tan importantes como encabezar el ministerio del Interior o dirigir las vocerías. Me refiero, obviamente, a Carolina Tohá y Camila Vallejo. Ambas dependen del desempeño de la administración Boric y del resultado de la elección local de octubre.

Dada la increíble descoordinación de los partidos de derecha para ordenarse detrás de un solo candidato en los 345 municipios, el oficialismo aún no puede darse por perdedor. Si llega a retener Santiago, por ejemplo, no será tan sencillo para la oposición transmitir la señal de éxito de cara a las presidenciales y legislativas de 2025. De hecho, hay 46 comunas en que, hasta ahora, Chile Vamos y Republicanos estarían compitiendo con su respectivo candidato.

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En consecuencia, de persistir este desorden en la oposición, el gobierno podría sacar cuentas alegres en una elección que, a todas luces, se le anticipa como desfavorable.

De acuerdo a la última encuesta CADEM, el gobierno marca un 35% de aprobación. Otras encuestas, como Pulso Ciudadano, muestran que los votantes más cercanos al gobierno son personas predominantemente jóvenes y de estratos socioeconómicos altos. Esto representa una gran contradicción- y también una enorme decepción- para líderes y partidos de izquierda, quienes buscan representar a los segmentos populares y más desventajados.

 

Meganoticias

 

De hecho, el programa de gobierno del Presidente Boric estaba diseñado para este tipo de elector, lo que se vio reflejado en el resultado de la segunda vuelta presidencial. Boric amplió su distancia sobre Kast en las comunas con mayor porcentaje de pobres de la Región Metropolitana. Sin embargo, este apoyo inicial se diluyó rápidamente, y el gobierno del Presidente Boric quedó encajonado en los dos grupos que acabo de señalar: jóvenes y ciudadanos de mayores ingresos.

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¿En qué se parecen Bachelet y Boric? En nada, salvo que ambos se autodefinen como liderazgos de izquierda. Esto, sin embargo, es una gran ventaja. Si se compara el perfil de los votantes que apoyan a Boric y las características de quienes respaldan a Bachelet, son mundos opuestos. Por Bachelet votan más las mujeres, los electores más longevos y las personas más pobres. Y ahí está el punto. Dado que ambas bases electorales son socioeconómica y sociodemográficamente distintas y complementarias, Boric y Bachelet unidos suman más que cualquier otra dupla.

 

Por ejemplo, si el oficialismo se inclinara por Camila Vallejo, no hay duda que el perfil de sus electores sería muy similar al del Presidente Boric. Probablemente, suceda algo parecido con la ministra Tohá. Pero con Bachelet todo es diferente. El electorado más longevo aún valora la reforma previsional que se hizo en su primer gobierno, y las mujeres no olvidan que su ascenso al poder significó un lento, pero progresivo avance en materias de igualdad de género.

La expresidenta Bachelet ha dicho que no quiere ser candidata. Sin embargo, los números y el escenario político podrían hacerla cambiar de opinión. Ella misma ha señalado que pensaría en ser candidata solo si existe una real posibilidad de que fuerzas no democráticas lleguen al poder. Se refiere, ciertamente, a la derecha radical y, específicamente, a José Antonio Kast.

Además, es muy probable que algunos candidatos a alcalde y gobernador regional hagan campaña con su imagen, lo que implica un reconocimiento explícito de su liderazgo aún vigente. La opción de "Bachelet 3.0" sigue en pie, más aún si representa el complemento perfecto para un gobierno que, hasta ahora, no avanza más allá del mundo juvenil y ABC1.

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