Empresa de bicicletas evita su quiebra y accede a reorganización judicial: ¿Cuál fue el acuerdo para pagar las deudas?
- Por Lucas Figueroa
¿Qué pasó?
Finalmente, la empresa MKR, fundada en 1950 por Mauricio Kishinevsky Rosental, y que es una de las principales compañía de ventas de bicicletas, evitó la quiebra y logró su reorganización judicial, con una estrategia para saldar las deudas con sus acreedores.
De acuerdo a lo que especifica el Diario Financiero, la compañía pudo renegociar pasivos que llegaban a cerca de 9 mil millones de pesos que se adeudaban, principalmente, a los bancos Scotiabank de Chile, BCI y de Chile, entre otros.
LO ÚLTIMOLa estrategia de MKR para saldar sus deudas
El lineamiento que tendrá la empresa para sanear sus deudas consistirá en una estructura de amortización ordinaria de créditos bancarios a largo plazo, el que incluye un plazo de gracia de pago del capital con intereses.
De la misma manera se estableció la venta de un inmueble emplazado en el centro de Santiago con miras a saldar las deudas que tiene con su acreedor garantizado Scotiabank y amortizar los créditos de sus demás prestamistas financieros.
A su vez, se propuso estructuras de pago más favorables para los distintos proveedores que posee tanto nacionales e internacionales, a quienes la empresa ha sindicado como actores clave para el levantamiento del negocio y sus nuevos horizontes comerciales.
Las razones detrás del complejo panorama económico
En la presentación de la solicitud de reorganización judicial, MKR apuntó a que si bien "la pandemia asociada al Covid-19 potenció de manera inesperada la venta de bicicletas", esto tuvo paradójicamente un efecto negativo en su funcionamiento.
Eso último, ya que "un aumento explosivo de la demanda golpeó a toda la cadena de abastecimiento y comercialización, transformando las bicicletas nuevas en un producto escaso, exacerbado por el hecho de que el suministro mundial de las mismas también se vio limitado".
"Esta alza en la demanda global de bicicletas llevó a las principales fábricas del mundo a colapsar y no poder dar abasto para cubrir esta creciente demanda, disparando así los plazos de entrega comprometidos, desde los 60 días de tiempos regulares de producción hasta los dos años para los nuevos pedidos realizados, exigiendo además un prepago parcial como condición para asegurar las producciones", agrega el documento.
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