Prevaricación y cohecho: Fiscalía busca nuevamente formalizar a hijo del ministro Valderrama y al exabogado de Aguilera

Han pasado siete años desde que la familia Padilla Arellano inició un largo camino judicial en contra de dos abogados y un empresario, por un millonario remate de un terreno ubicado en San Bernardo. El 1 de junio de 2017, los cuatro hermanos se querellaron en contra del empresario minero, Juan Cristi Scheggia; su abogado, Eduardo Lagos Herrera -defensor del exalcalde de San Ramón, Miguel Aguilera-; y el árbitro repartidor, Manuel Valderrama Escobar, hijo del ministro de la Corte Suprema, Manuel Valderrama Rebolledo.

Los Padilla denunciaron que los tres querellados fueron parte de un esquema que intentó defraudarlos a través de la venta de un predio que habían recibido como herencia tras la muerte de su padre.

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La familia asegura que los tres involucrados actuaron coordinadamente para intentar vender el terreno a la Compañía Minera Santa Laura Ltda, de propiedad de Juan Cristi, a un precio mínimo. Para asegurar esa venta, le habrían pagado al juez repartidor, Manuel Valderrama, quien sería el encargado de rematar la propiedad por un precio cercano a los $2 mil millones cuando los querellantes solicitaban un monto de $6.500 millones.

A pesar de que la Fiscalía pidió en tres ocasiones formalizar a Valderrama, Cristi y Lagos, la solicitud no se había podido concretar, ya que los denunciados interpusieron una serie de recursos ante el Tribunal Constitucional, que no tuvieron éxito.

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"Creemos que son maniobras destinadas a alargar lo más posible la formalización (...) con miras a, eventualmente, lograr que no se realicen la audiencia y la Fiscalía no persevere en la causa", afirma a Mega Investiga, el abogado de la familia, Carlos Hidalgo.

Sin embargo, el pasado 22 de abril, el fiscal Marcelo Carrasco, revivió el caso y solicitó una audiencia de imputación de cargos por los delitos de prevaricación judicial, cohecho y apropiación indebida, la que quedó fijada para el próximo 17 de junio.

En el caso del cohecho, el delito se le imputa al abogado Lagos y al empresario Cristi. Por su parte, Valderrama sería formalizado por el delito de apropiación indebida. Junto con esto, la Fiscalía buscará formalizar a los tres involucrado por el delito de prevaricación.

Respecto del cohecho, el Ministerio Público presentaría como prueba al menos tres depósitos que la PDI detectó en la cuenta de Valderrama. Según la acción judicial de la familia Padilla, las transferencias habrían sido realizadas por Compañía Minera Santa Laura Ltda., propiedad de Cristi, y por la sociedad Inversiones Lagos y Lagos Ltda, cuyo dueño es el abogado y ex diputado radical Eduardo Lagos.

Según la querella, los depósitos "no tienen relación alguna con el proceso arbitral que llevaba en ese momento el imputado Valderrama, no corresponden a algún anticipo o provisión de gastos respecto del juicio arbitral y no existe registro alguno de ellos en el proceso arbitral".

En la familia Padilla creen que el proceso se ha visto influenciado por el involucramiento de un hijo de un juez del Máximo Tribunal, lo que incluso ha llevado a seis jueces a inhabilitarse en la causa. "Los hechos son muy extraños (...) no tengo cómo aseverar, pero si ustedes ven cómo se han ido desarrollando todos los hechos, al parecer existiría una influencia, o al menos, un temor reverencial frente a una persona que es hijo de un ministro de la Corte Suprema", señala el abogado Hidalgo.

Mega Investiga contactó a los abogados de cada uno de los querellados, sin embargo, optaron por no entregar declaraciones antes de la audiencia de formalización.

La trama

El reloj marcaba las 8.45 de la mañana del miércoles 29 de marzo de 2017. En la esquina de avenida El Golf con Apoquindo, era el punto de encuentro que habían acordado los cuatro hermanos Padilla Arellano: Eliana, Carolina, Pablo y Rubén. Ninguno llegó tarde, porque tenían una misión. Era casi la última oportunidad que tenían para frenar una injusticia- según ellos- que estaban viviendo desde hace 15 años por un terreno que les había dejado su padre Rubén como herencia y que estaba a punto de irse a remate por quiebres y desencuentros propios.

Ese día, en el piso 12 de un edificio de Las Condes, se iba a realizar la subasta de esa propiedad y como familia habían adoptado el compromiso de hacer todo lo que estaba en sus manos para evitar la venta del fundo en el que se habían criado. Si bien estaban dispuestos a vender, consideraban que el precio fijado para el remate de $2.500.000.000 no correspondía. Peritajes pagados por ellos advertían que ese paño tenía una tasación que oscilaba entre los 5 a 6 mil millones de pesos. Por tanto, creían que los estaban estafando.

Pero tenían que lidiar con varios obstáculos. El primero de ellos: el juez árbitro que había designado la Justicia, con quien nunca encontraron un punto de encuentro: Manuel Valderrama Escobar.

La primera en subir a la oficina fue Eliana. Ella tenía que observar quiénes estaban presentes, para luego dar luz verde a sus hermanos. Tras pasar el lobby, ingresó a una sala de reuniones. Ahí se encontró de frente con el juez partidor Valderrama. "Señora, buenos días, adelante", le dijo el abogado.

A los pocos minutos, aparecieron los otros tres hermanos y se cruzaron con el segundo obstáculo que podía arruinar sus planes. El equipo de abogados de la Compañía Minera Santa Laura, de propiedad de Juan Cristi, uno de los principales empresarios de extracción de áridos de la Región Metropolitana, y artífice de esta batalla judicial

Cristi siempre tuvo en mente ese terreno de 86 mil metros cuadrados, pues sus faenas mineras colindaban con el paño de los Padilla. Por tanto, era una buena opción de ampliar su negocio. Es así, como el 3 de agosto de 2015 compró los derechos hereditarios de Pamela Padilla para ingresar a la malla societaria y, así, presentar una demanda que le permitiría conseguir esa propiedad, ubicada en camino Lonquén.

Cristi no actuó solo. Todo esto fue supervisado y liderado por su hombre de confianza. El abogado Eduardo Lagos, de nombre no tan reconocido, pero con un amplio historial de escándalos. Participó activamente en las campañas presidenciales de Eduardo Frei y Ricardo Lagos, como militante del Partido Radical. En 2001, fue electo diputado por Puerto Montt. Según información que aparece en la Biblioteca del Congreso, el 9 de julio de 2003 fue desaforado por el delito de uso indebido de instrumento público en el marco del caso Coimas. Se le investigaba por haber falsificado su licencia de Enseñanza Media. Con esto, su incipiente carrera política llegaba a su fin, a pesar de que fue absuelto un año después por la Corte de Apelaciones de Rancagua.

Esto mismo, provocó que saliera de los radares públicos hasta que sorprendió en 2021 al asumir, unos meses antes de la formalización de cargos, la representación del exalcalde de San Ramón, Miguel Ángel Aguilera, quien había sido acusado de contratar narcotraficantes en su municipio en 2017. Pero la defensa penal al exedil llegó a término hace unas semanas.

Un terreno millonario y el remate que terminó a los golpes

El ambiente no estaba tranquilo esa mañana en el piso 12. Todos ingresaron a la sala de reuniones y el árbitro Valderrama dio inicio a la sesión de remate. Los participantes de la cita intuían la tensión. Por eso, no dudaron en prender sus celulares para grabar y dejar registro de lo que ocurriría esa mañana.

A los pocos segundos, Eliana Padilla interrumpe al abogado Valderrama: "Nosotros tenemos toda la documentación, y usted sabe que es ilegal, y usted sabe que tiene todos los recursos que no se pueden hacer", disparó. La hermana mayor hacía referencia a los múltiples recursos que habían tramitado en los juzgados civiles y la Corte de Apelaciones para evitar el remate. Si bien las resoluciones les habían dado la razón, el árbitro había decidido seguir con el proceso dado que, según ha declarado, nunca fue notificado de nada.

"Señora, esto es un remate. Aquí no se permiten cosas de fondos", respondió firme Valderrama a Eliana, iniciando un intercambio que terminaría en una batalla campal.

-Eliana: “¡Es que nada de cosas de fondo señor!... ¡Somos los dueños?!”

-Valderrama: “Escúcheme. Voy a tener que pedirle que se vaya y no quiero pedirle que se vaya”.

En ese momento, interviene por primera vez, la hermana menor Carolina Padilla: “Es que nosotros venimos a decirle que se vaya. ¡Esto no se puede realizar!”, le refutó.

-Eliana: “¡No se puede realizar. Estamos contra la ley y usted sabe. Usted sabe?!”

-Valderrama: “No es contra la ley. La Corte de Apelaciones ya?”.

-Eliana: “Efectivamente, aquí está toda la documentación que aquí dice que usted no puede hacer este remate? Y toda esta gente que está acá, que no sé quiénes son ustedes discúlpenme, pero esto es ilegal. No se puede realizar este remate”

-Carolina: “¡Es una estafa!”

-Eliana: “¡Es una estafa!. Y usted sabe que es una estafa señor. Y usted sabe que por ser hijo de quién es, está haciendo lo que está haciendo?”

-Valderrama: “Así es, esa es la principal razón, absolutamente (ironiza) Por favor, señora y déjese de grabar por favor usted, de verdad. Voy a llamar a los guardias para que salga?”

-Eliana: “Pero ¿por qué señor?... mire”

-Carolina: “Si es todo tan transparente, ¿para qué se pone tan nervioso?”

-Valderrama: “No me pongo nervioso”

-Carolina: “Entonces, ¿por qué no podemos grabar?”

-Valderrama: (Se para)... “Voy a llamar a seguridad para que se los lleve”


Toda esta discusión no alcanzó a durar ni dos minutos. Apenas se levantó el juez para cumplir con su advertencia, Rubén, otro de los hermanos, tomó el computador portátil de Valderrama y lo rompió. Partió la pantalla y luego lo azotó contra la mesa en varias oportunidades. Los demás asistentes solo atinaron a escapar y llamar a viva voz a los guardias, quienes no pudieron evitar los golpes de puños que recibieron los abogados Valderrama y Lagos por parte de los hermanos Pablo y Rubén Padilla.

Al lugar llegó carabineros de la 17 Comisaría de Las Condes y se llevó detenidos a los cuatro para aclarar el asunto en el cuartel policial. Al tomarles declaración, sólo los hermanos Padilla quedaron detenidos, ya que el fiscal había determinado formalizarlos al día siguiente por lesiones.

Los abogados Valderrama y Lagos, en tanto, fueron dejados en libertad. El primero a las 16.30, mientras que el segundo 10 minutos después. Si bien manifestaron estar muy afectados por lo vivido, no se fueron a sus domicilios para reponerse. Ambos, increíblemente, se trasladaron nuevamente a las oficinas del barrio El Golf para concretar la subasta sin la presencia de los hermanos Padilla.

De acuerdo al acta de remate, "siendo las 17 horas se reanuda con los mismos interesados" y "la propiedad se adjudica a don Eduardo Lagos Herrera, quien señala comprar para Compañía Minera Santa Laura". Así la operación se había concretado por más de $2 mil millones.

Pero al poco andar, nuevamente comenzaron los problemas. Un error en la escritura pública de adjudicación, paralizaría la operación, y le entregaría tiempo a la familia Padilla para iniciar un largo camino legal.

Un año después, la Corte de Apelaciones declaró nulo el juicio particional y sancionó a Valderrama, por faltas y abusos cometidos como juez partidor en la tramitación del juicio, hecho por el que se le impuso la medida disciplinaria de “censura por escrito”.

Después de cinco años y varias paralizaciones de la causa penal en la que también es querellante el Servicio de Impuestos Internos, el fiscal Marcelo Carrasco espera imputar los graves delitos a Manuel Valderrama y Eduardo Lagos, luego de tres intentos previos.

Eso sí, antes, el 7° Juzgado de Garantía tendrá que revisar el sobreseimiento definitivo y la competencia del Tribunal solicitados por los imputados. Esto último dado que Lagos y Valderrama entienden que los supuestos delitos se habrían cometido en la comuna de Las Condes, donde actúa el 4° Juzgado de Garantía.

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