De la magia al abandono y la miseria: ¿Cuáles fueron las razones del cierre del Parque Mundo Mágico?
Recorrer todo Chile, sin salir de Santiago. Eso ofrecía Mundo Mágico, el extinto parque de entretenciones ubicado en la comuna de Lo Prado que tenía maquetas de las principales atracciones turísticas del país, como el Morro de Arica, el Desierto de Atacama, el Estadio Nacional y las Torres del Paine, por mencionar algunas.
Consistía en un Chile en miniatura que entre 1983 y 2000 congregó a familias y hasta tuvo un programa televisivo. Los visitantes podían recorrer las instalaciones a pie o a bordo de un tren liderado por un animador que las hacía de guía turístico.
LO ÚLTIMOAquellos tiempos quedaron atrás, de aquella magia solo queda miseria. El sitio está abandonado, vandalizado y repleto de escombros; lo que era la Cordillera de Los Andes ahora son pedazos de concreto con rayados y latas de cerveza a sus alrededores.
Nace un mundo mágico
Gerardo Arteaga Oehninger tenía 39 años cuando fundó Mundo Mágico en 1983. La idea apareció en su mente tras conocer parques de maquetas de Países Bajos y Estados Unidos, en los que había representaciones de lugares o ciudades a escala pequeña.
Él llevó el proyecto más allá, pues instaló bocetos de las atracciones turísticas más importantes de todo un país, de todo Chile.
En la búsqueda de un terreno, encontró uno ideal. A pocos minutos de la Estación Pajaritos y a un costado de la Ruta 68 —lo que posibilitaba la llegada directa de visitantes provenientes del litoral central—, Arteaga Oehninger se asoció con Enrique Ramírez Calvo y juntos acordaron un comodato con el municipio de Lo Prado por el sitio emplazado en Avenida General Óscar Bonilla.
El trato se prolongaría por 20 años, tiempo en que se construyeron maquetas por parte de arquitectos y diseñadores, puestas a disposición del disfrute de las familias, especialmente de los más chicos del hogar.
La magia del parque a la TV
Todo hacía parecer que "Mundo Mágico" era un éxito total, lo que era ratificado con la creación del programa infantil "Encontrémonos en Mundomágico", emitido a partir de 1991. Al principio, lo transmitía el canal UCV Televisión los viernes y sábados, pero luego pasó a toda la semana.
Este programa mostraba las aventuras que vivía su conductora, Paula Arriagada, junto a personajes como el "Oso Willy", el "León Leonicio" y el perro "Maxi", al interior del parque de entretenciones.
La "Tía Paula" guarda gratos recuerdos de los seis años en que estuvo al mando de la conducción: "Fue una bonita etapa, lo pasé muy bien. Logramos muchas cosas, llegamos a muchos corazones. Instalamos la magia como parte de (del parque)", señaló en una entrevista.
En 1997, ella dejó el espacio televisivo y Carol Kresse asumió la conducción en dos etapas. Décadas después se refirió a lo demandante que era desempeñar ese cargo, al que también renunció.
"Me quise ir porque no logramos un acuerdo en términos de contrato. Llegó un momento de un agotamiento total, trabajábamos de lunes a viernes grabando el programa, sábado y domingo estábamos en el parque", comentó en 2021 a Página 7.
Agregó que "no tenía vida más que Mundo Mágico, la gente me iba a ver a mí y no podía faltar. Me pasó la cuenta en términos emocionales y físicos, el cansancio era mucho y me perdía cosas familiares".
Entre el primer y segundo periodo de conducción de "Magicarol", el espacio estuvo liderado simultáneamente por Lorna Soler (periodista y actual instructora de zumba) y la modelo Andrea Ruoppolo (hoy empresaria con una marca para el cuidado de piel).
El exitoso "hermano mayor" de Mundo Mágico
Cuando Arteaga Oehninger abrió las puertas del mágico parque temático en 1983, él ya contaba con experiencia en el rubro del entretenimiento. Cinco años antes inauguró "Fantasilandia", el mismo recinto que hoy está en el Parque O'Higgins y que prepara su mudanza a otra comuna de la Región Metropolitana.
La motivación fue la misma que tuvo tiempo después con el terreno de Lo Prado: en un viaje de negocios a Brasil, vio que en la ciudad de São Paulo se abrió un parque de diversiones, así convenciéndose de instalar esa idea en Chile.
El recinto se construyó en un plazo de 115 días y primero funcionó con ocho juegos, oferta que evolucionó hasta tener atracciones de clase mundial y miles de metros cuadrados que hoy son visitados por cientos de personas en cada jornada.
Al mismo tiempo que "Fantasilandia" se posicionaba como el parque de entretención más importante del Gran Santiago, su "hermano chico" sufría. Las ganancias en "Mundo Mágico" ya no eran las de antes; de hecho, las pérdidas eran superiores. El pequeño Chile representado en sus maquetas había perdido la magia.
¿Por qué cerró Mundo Mágico?
Décadas más tarde, el mismo niño que se paseaba por los rincones y juegos de "Fantasilandia" se convirtió en su gerente general: Gerardo Arteaga Cerda, hijo de Arteaga Oehninger y María Inés Cerda.
En una entrevista efectuada en 2016, el empresario abordó las razones del cierre de "Mundo Mágico", después de 17 años de historia. Los motivos de la decisión respondían a cuestiones económicas, que hacían inviable la continuidad del parque.
"Todos los negocios son un desafío, una aventura que tú no sabes cómo va a terminar. En el caso de 'Mundo Mágico', era un proyecto precioso; probablemente, muy adelantado para la época. Era un producto muy cultural, con mucho valor nacional", partió explicando.
"Lo tuvimos en la UTI (Unidad de Tratamiento Intensivo, refiriéndose al estado financiero crítico del parque) muchísimos años, hasta que llegó un momento en que tomamos la decisión de cerrarlo porque no daba más. Es una tremenda desilusión, porque se puso mucho esfuerzo", afirmó.
Arteaga Cerda mencionó la poca rentabilidad que tenía el recinto de Lo Prado, en comparación a los elevados ingresos de "Fantasilandia": "Un negocio malo te puede arrastrar diez buenos, hay que ser bien pragmático. Todo fracaso es una oportunidad de aprendizaje para no caer de nuevo", concluyó.
Cerrado en el año 2000, actualmente el parque está abandonado. Hubo ideas de reconvertirlo, en construir un parque de skate e instalar juegos infantiles, pero los esfuerzos quedaron en vano por falta de recursos.
El terreno pertenece al Servicio de Vivienda y Urbanismo, pero está cedido en comodato a la municipalidad de Lo Prado. La entidad comunal ha tratado de darle un uso a los alrededores, instalando su Corporación de Salud y, antes, la Casa de la Cultura Lo Prado.
Los únicos fines del terreno del extinto "Mundo Mágico"
¿Inmobiliarias? ¿Tiendas comerciales? ¿Empresas de distintos rubros? Nada de ello puede instalarse en el espacio de tierra que antes recibía a miles de visitantes.
El Plan Regulador Metropolitano de Santiago determina que el sitio está en una zona de áreas verdes y recreación, así que hay varias restricciones para quienes deseen invertir en él.
"En esta área verde pública solo se permitirán las instalaciones mínimas complementarias a su función, como actividades recreativas y de esparcimiento al aire libre, así como determinadas construcciones de edificios de uso público o con destinos complementarios al área verde", explicó el municipio en 2009, según detalla Carla Quilodrán, tesista en 2020 de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Chile.
En su trabajo académico, Quilodrán propuso instalar juegos experimentales; crear espacios de reunión, ocio y descanso; proporcionar alternativas de movilidad; e incorporar las acciones e ideas que presentasen los vecinos.
Pero hasta el momento, la miniatura del Volcán Villarrica sigue ahogándose en su lava de abandono, el Lago Llanquihue se seca por la falta de disposición y la Antártica Chilena se desvanece a la espera de inversionistas que salven lo que un día fue un mundo mágico.
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