¿Cómo un moái llegó hasta el Museo Británico? La historia de cómo los ingleses se lo llevaron desde Rapa Nui

Tal fue el impacto de la improvisada campaña en redes sociales del "Devuelvan el moái" que hasta el Presidente Gabriel Boric se sumó a la exigencia dirigida al Reino Unido.

"Cuando mostremos a Chile en el mundo van a aparecer las Torres del Paine, van a aparecer los moái... que nos devuelvan el moái los ingleses", expresó como acotación el Mandatario en una entrevista con una radio de Chiloé.

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Pero, ¿cómo es que una icónica estructura de Rapa Nui llegó tan lejos? ¿Por qué se habla de un robo por parte de los europeos? A continuación, conoce la historia de cómo el Hoa Hakananai'a llegó a su actual sitial en el Museo Británico de Londres.

 

Cada año, el moái chileno es visitado por millones de personas en el Museo Británico (AFP)

 

Érase una vez, un moái en Rapa Nui

Una de las fuentes más legítimas que detallan los antecedentes del traslado forzado de la estructura son los diarios de viaje del cirujano John Linton y del teniente Matthew James Harrison. En 1868, ambos llegaron a Rapa Nui a bordo de la fragata británica HMS Topaze.

Los dos registraron en sus escritos que el moái estaba enterrado hasta la cintura al interior de una vivienda de piedra, ubicada en el centro ceremonial de Orongo.

El Hoa Hakananai'a —nombre oficial del moái— apuntaba su mirada hacia el cráter del volcán Rano Kau, dándole la espalda al mar. La estructura de roca basalto, que mide 2,42 metros de altura y pesa 4,2 toneladas, estaba decorado con pinturas blanca y roja.

 

Representación gráfica de cómo los ingleses encontraron enterrado al moái (Wikimedia)

 

¿Cómo se llevaron el moái los ingleses?

La historia parecía inconclusa, como si faltara un capítulo importante en la trama. Durante décadas hubo un vacío, el que fue completado por la arqueóloga Katherine Routledge: tras desembarcar en Isla de Pascua en 1914, se entrevistó con Victoria Veriamu, una isleña que fue testigo de cómo los ingleses extrajeron al moái.

Su valioso testimonio indica que los británicos derribaron parte la vivienda de piedra y 40 hombres lograron poner al Hoa Hakananai'a boca abajo sobre una plataforma de madera.

Fue ahí cuando se asombraron con los grabados que tenía la figura en su espalda, los que representaban al mito del hombre pájaro.

 

Así eran los grabados que tenía el moái en su espalda (Research Gate)

 

El libro "Among Stone Giants", que relata la memorable expedición de Routledge por Isla de Pascua, consigna que el moái fue apoyado en almohadas de pasto, deslizándose 91 metros colina abajo hasta llegar a la orilla del mar.

Por el roce con la tierra y en el trayecto entre la playa y la fragata, las pinturas decorativas en la figura rocosa terminaron por desaparecer.

 

El Hoa Hakananai'a a bordo de la fragata británica (Fundación ProCultura)

 

Su travesía hasta Inglaterra

El periodista y arqueólogo inglés, Mike Pitts, redactó un artículo —consignado por BBC Mundo— en el que detalla que los británicos envolvieron al moái en un lienzo para transportarlo en la embarcación.

Una vez que llegó a Inglaterra, lo que ocurrió el 25 de agosto de 1869, el Hoa Hakananai'a fue obsequiado por el comodoro Richard Powell, líder del HMS Topaze, a la reina Victoria, la que luego lo "donó" al Museo Británico.

El Museo Nacional de Historia Natural de Chile detalla que en 1940, "durante los bombardeos alemanes a Londres —durante la Segunda Guerra Mundial—, Hoa Hakananai'a fue sacado de allí y almacenado en bodega hasta 1970 cuando fue llevado al museo de la Humanidad en Burlington Gardens".

Finalmente, "regresó al Museo Británico en el 2000 donde hasta el día de hoy permanece en exhibición", señala el organismo chileno en su sitio web.

 

AFP

 

 

Los intentos chilenos por repatriar al moái

Lo que dijo el Presidente Boric no es la primera vez que una alta autoridad de Gobierno se refiere al moái chileno que se exhibe en el recinto británico.

En 2018, en su rol de presidente del Consejo de Ancianos de Isla de Pascua, Carlos Edmunds le envió una carta al entonces ministro de Bienes Nacionales en la administración de Sebastián Piñera, Felipe Ward, para que Chile exigiese la devolución del Hoa Hakananai'a.

Al respecto, desde el Museo Británico argumentaron esa vez que "no había un plan de conservación para los moáis", considerando la erosión y el aumento en el nivel del mar en la isla chilena.