Jornada clave en juicio contra Zepeda: La madre de Narumi rompe en llanto y la del chileno está totalmente "desgastada"

¿Qué pasó?

Este miércoles se lleva a cabo la duodécima jornada del juicio de apelación contra Nicolás Zepeda, acusado de asesinar a su expareja Narumi Kurosaki, la cual estuvo marcada por la angustia de la madre de la joven japonesa, y el desgaste emocional de la progenitora del chileno.

En esta jornada, que será clave pues es la última antes de conocerse el veredicto, se han efectuado los alegatos de la abogada de la familia de Narumi, Sylvie Galley, al igual que los del fiscal general, Etienne Manteaux. Se espera que luego sea el turno de los defensores, Renaud Portejoie y Sylvain Cormier.

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Los padres de Nicolás Zepeda

Antes de que iniciara la audiencia, el padre del acusado, Humberto Zepeda, señaló que "esperamos que salga absuelto de todo lo que se le acusa".

 

 

En ese sentido, afirmó que el fiscal "no puede asegurar con pruebas concretas cómo, cuándo y dónde falleció Narumi".

Si el padre del chileno ha tenido un rol activo en cuanto a demostrar la inocencia de su hijo, su madre ha sido mucho más silenciosa en este proceso, aunque de todos modos se ve "muy desgastada", según contó la corresponsal de Meganoticias, Gabriela Bravo.

El emotivo alegato de la abogada de la familia de Narumi

El alegato de Sylvie Galley estuvo lleno de emocionalidad, tanto que la madre de la joven japonesa, Taeko Kurosaki, rompió en llanto.

La abogada recordó un correo que Zepeda le envió a Narumi el 6 de septiembre de 2016, una semana después de que se instalara en Francia: "Hay un costo para ti. Tienes que ser la mejor chica, nunca causarás problemas, no te escucharé, nunca te enojarás, no contradigas, conscientes, nunca serás mala, nunca causarás problemas, no volverás a negociar nada".

Al respecto, la profesional aseveró que "estamos en total ausencia de la humanidad del otro, Narumi es un objeto que debe obedecer mandatos".

"Las condiciones para ser una 'buena chica' de Nicolás Zepeda son imposibles de cumplir", sostuvo, calificando la situación como "insoportable", llegando a un punto culminante con el video que envió el chileno, donde le da un ultimátum.

"Narumi sufre entonces un sufrimiento intolerable", aseguró Galley. "Ella piensa en alertar a la policía, se desahoga con Arthur del Piccolo... La ruptura con Zepeda es inevitable. Una ruptura salvadora en el momento. Pero eso le costará la vida".

La madre de Narumi rompió en llanto

Las palabras de la abogada afectaron profundamente a Taeko Kurosaki, quien no pudo contener las lágrimas, mientras que Arthur del Piccolo se levantó de su banco para abrazar a la madre de su novia desaparecida. 

La crisis emocional de la mujer fue de tal nivel que el presidente de la corte debió cortar el alegato y suspender por unos minutos la audiencia.

Las dos hijas de Taeko Kurosaki fueron quienes las consolaron y la ayudaron a salir de la sala, ya que se sostenía en pie con dificultad.

Una vez que logró reponerse, los alegatos continuaron.

 

 

Los alegatos del fiscal general

Por su parte, el fiscal Etienne Manteaux tuvo un alegato más técnico, enfocándose punto por punto en las incoherencias que ha tenido Zepeda en las declaraciones que entregó en Chile, las que expuso en el primer juicio y las que dio ahora en este segundo proceso.

El persecutor ya dio al chileno como culpable y señaló que "si Nicolás Zepeda hubiera admitido los hechos, hubiéramos podido entender su actuación. Comprender no significa disculpar, pero es un paso esencial para que el culpable trabaje sobre sí mismo. Nicolás Zepeda ha optado por permanecer en la negación; tiene derecho a hacerlo".

Además, apuntó a "su total falta de empatía hacia la familia Kurosaki. No encuentro circunstancias atenuantes. Hizo mal uso de sus dotes naturales al poner su inteligencia superior a la media al servicio de su proyecto criminal".

"En estas condiciones, exijo que sea declarado culpable y condenado a la pena máxima de cadena perpetua", aseveró.

Además, solicitó la interdicción del territorio. Es decir, que nunca más pueda volver a Francia una vez que cumpla la condena.

Cabe señalar que la cadena perpetua en Francia aplica para toda la vida. Sin embargo, son escasos los casos en que se implementa de este modo, ya que el juez suele determinar un tiempo para que el condenado pueda pedir una revisión y recibir algún tipo de beneficio. Ese periodo suele ser entre los 18 a 30 años.

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