Escuchas, una causa narco y lazos con Carabineros: Los detalles de la célula que fue desbaratada en Arauco

El pasado 21 de septiembre fueron formalizados once hombres presuntamente vinculados a Resistencia Mapuche Lavkenche (RML), imputados por robo de madera y diversos atentados en la Macrozona Sur. 

Dentro de esa organización aparece Pablo Carrillo Norambuena, 26 años, quien fue individualizado por los detectives como un integrante de la red de cobertura armada y vigilancia de esta peligrosa célula para permitir la extracción de madera sin contratiempos.

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“El Chololo”, como es conocido en el mundo delictual, además de estar formalizado por los delitos de asociación ilícita, hurtos, atentados e infracción de control de armas, es investigado por una causa de tráfico de drogas en Lebu, donde se encontró pasta base, marihuana, cartuchos de escopeta y más de tres millones en efectivo. De acuerdo con el Ministerio Público, este hallazgo ocurrió en medio de pesquisas por un caso de homicidio frustrado, en mayo de 2023.

Según la formalización, el viernes cinco de mayo pasado, cerca de las 6.00 horas, la policía activó varios allanamientos por dicha causa. El primer domicilio correspondió al imputado Brandon Chamorro, quien sin darse cuenta tuvo un despertar distinto.

Tras exponerle la orden de entrada y registro a su casa, los funcionarios policiales encontraron una bolsa plástica con 382 gramos de cannabis. Al ser consultado, Chamorro manifestó ser el propietario de dicha droga. Así, se activó una segunda búsqueda, en la que se halló 649 gramos de cocaína base, dos cartuchos de escopeta calibre 16, más de tres millones en efectivo, varios teléfonos y cinco pesas digitales.

En forma paralela, los diligencias de la PDI llegaron hasta el domicilio de Pablo Carrillo, “El Chololo”. Al revisar la casa, los detectives encontraron marihuana, en condiciones que no serían para consumo personal. Por ello, fue detenido y formalizado por microtráfico. El Tribunal decidió dejarlo en libertad, pero con firma mensual en la Cuarta Comisaría de Curanilahue.

“El Chololo” al salir en libertad respiró profundo. Sus “otras” actividades no fueron descubiertas. Sin embargo, Carrillo no sabía que otra unidad de la PDI le seguía sus pasos. Los detectives ya sabían que manejaba armamento y que producto del robo de madera había perdido algunas extremedidades, por lo que sus labores habrían sido direccionadas a labores de coberturas para sus compañeros de delito.

Cinco meses después, sería nuevamente detenido en su casa en Curanilahue, tras activarse los operativos por los graves atentados en la zona. 

Más de 30 audios con policías

El 21 de septiembre, las detenciones ejecutoriadas por la Armada y la PDI revelaron un nuevo componente en el funcionamiento de las células que perpetran atentados en la zona: el reclutamiento de policías para obtener información de sus patrullajes.

Se trata de Luis Berna Toledo, quien hasta el año pasado operaba como el jefe de la SIP de Curanilahue y el cabo Darwin Carillo Rodríguez, que cumplía funciones en la Cuarta Comisaría de la misma ciudad. Según los antecedentes expuestos en la formalización, se constató una comunicación constante entre los carabineros y algunos integrantes de esta célula criminal, en especial con Celso Fonseca Rivas, un delincuente especializado en robo con intimidación, quien además fue nombrado por la fiscalía como el líder de esta célula que estaría asociada a la RML.

El Ministerio Público sostuvo que sólo entre julio y septiembre de 2022, la PDI interceptó unas 30 llamadas entre los funcionarios policiales y el líder de esta agrupación, cuyo análisis arrojó que la información recibida por Fonseca fue trascendental para evitar que descubrieran sus operaciones de robo de madera en la zona.

Una de ellas ocurrió el 16 de agosto de 2022. Ese día, Celso Fonseca se comunicó con el carabinero Carrillo para decirle que tenía un problema. Mientras sacaba madera en el sector El Parque fue seguido por una camioneta, posiblemente un guardabosques. Pero, según la escucha, el cabo lo tranquilizó. “No hay nada de qué preocuparse”, pues sus colegas están realizando diligencias en otra zona por la quema de una maquinaria en San José de Colico.

“Así qué si el guardabosques va a denunciar a la comisaría los polis no van a ir”, le reveló el carabinero al líder de la célula criminal, quien aprovechó de recomendarle que podía enviar el camión a sacar madera, ya que esa noche no habría controles. “Carabineros no irá a ninguna parte”.

Según los antecedentes revelados en esa audiencia, los policías llegaron a cobrar más de $3 millones por la información de vigilancia de las unidades desplegadas en la zona. El gobierno valoró la detención de los carabineros y el desbaratamiento de esta célula criminal. “Se demuestra que no hay impunidad”, dijo el subsecretario Manuel Monsalve.

Sin embargo, aún no hay claridad de si esta organización pertenece a la Resistencia Mapuche Lavkenche. Desde el Ejecutivo advirtieron algunos vínculos, pero la Fiscalía de Concepción matizó esos anuncios con el pasar de los días, señalando que los detenidos no son integrantes de la RML.

Información que tiene sentido con lo expuesto en la audiencia por el fiscal Juan Yáñez el día que formalizó a fines de septiembre: “Se trata de una organización que responde a un mando y mantienen provecho de las ganancias”. Lo que evidencia que la las nuevas diligencias de la unidad de elite de la PDI estarían apuntando a desbartar a ese "mando". Es decir, a los cabecillas de la RML. 

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